Es el único satélite que gira entorno de nuestro planeta, desde la superficie terrestre, parece una masa blanca brillante que va cambiando de aspecto.

El paisaje lunar es como el de un polvoriento desierto, de aspecto volcánico. Muestra algunas zonas oscuras y plana, llamadas mares pero que no poseen agua.

Se cree que la luna se originó a partir del mismo movimiento que hizo surgir a la tierra. A pesar de poseer una dimensión considerablemente grande, su tamaño es menor que el de la esfera terrestre. Por eso, como no pudo crear un campo magnético fuerte, fue atraída por el de la tierra. A partir de ese momento describe una órbita elíptica alrededor de nuestro planeta, empleando casí un mes para dar una vuelta completa.

La luna tiene tres tipos de movimientos, el de rotación, sobre su propio eje; el de revolución, que es el que realiza al girar alrededor de la tierra, y el de translación alrededor del sol. Este último lo realiza con la tierra.

El período de rotación lunar es de 28 días, y el tiempo que tarda en describir su órbita alrededor de la tierra (revolución lunar). De 29 días 44 minutos, y 3 segundos.

Debido a que la masa lunar no alcanza grandes dimensiones, su fuerza de gravedad es menor. Este fenómeno hizo que nuestro satélite no pudiera retener la capa gaseosa que lo rodeaba. Por eso, la luna no tiene atmósfera, lo cual determina las variaciones extremas de temperatura. Éstas alcanzan los 130°C durante el día, y descienden hasta los 150°C por la noche.

Otra consecuencia de la falta de atmósfera es la ausencia de mares y océanos reales, ya que la temperatura, elevada del día haría que el agua se evaporara, mientras que por la falta de gravedad, no podría retenerla durante la noche.