¡Hola a todos! Comparto mi humilde participación:

Tengo hambre. Creo que debería despertar ya a Martín. Me tiene bastante harta, es muy difícil hacer que se levante, me paso un buen rato tocando y hablando hasta que él deja de gruñir y me da de comer. A veces lo hace Ana, pero ella me da menos. Podría hacerlo yo, pero estoy muy cómoda, y luego siempre viene alguien gritando. Prefiero a Martín. Ana no deja de repetir algo de “mamá” y chilla mucho. Ha cambiado todos mis juguetes de sitio, su olor no me gusta y quiere cogerme en brazos cada vez que me la encuentro, así que voy a echarla de mi casa. Pero lo haré después de comer. Como Martín no se levante de mi cama y me dé mi comida, se va a llevar un buen zarpazo.