A veces más por los hijos, a veces más por los padres.
Estando en la peluquería escuche una conversación que parecía de a momentos, la confesión genuina de una madre, que es probable sea la voz de muchos.
Hablaban del futuro, del pasado, del orgullo, y del miedo. Aparentemente un presente pulcro, producto de buenas decisiones y un futuro no menos provocativo son griseados por el miedo, la incertidumbre, la ansiedad.
Preocupaciones legítimas de la madre, que al parecer la hija no entendía del todo: que nada interfiriera con sus planes, que su novio realmente la mereciera, que se alejara de casa... Y entonces tuve que dejar la peluquería con esa última frase, y realmente es posible que: ¡el evento de "alejarse de casa" sea un miedo de la madre por ser madre!.
El crecimiento de los hijos: sus acciones y decisiones, son parte de la naturalidad con la que deben darse los eventos.
Las acciones de los hijos son propias de ellos y siempre será válido que la madre-padre se preocupe, pero la madre tal vez sin saberlo del todo, estaba preocupada por el proceso que a ella le esperaba: miedo a la soledad, miedo a parecer en el olvido, miedo a no ser importante.
Si bien esto es una referencia particular de una conversación en una peluquería, la cual sólo permite visibilizar esto, no es menos cierto que muchos de los eventos de la vida del rol de "padre" son atribuidos al protagonismo de los "hijos", centrando en ellos la atención del núcleo familiar, la familia extendida y hasta la dimensión social, cuando parte del protagonismo es realmente del rol parental, es decir: el nacimiento de los niños, el primer regaño, el comienzo del colegio, el inicio de exámenes, el primer novio-la primera novia, obras de teatro, graduaciones y cualquier otro evento donde sin duda la vivencia del hijo es importante, ello también significa que hay cambios en el rol parental, y que no hagamos alusión constante a ello, no quiere decir que no suceda.
Los padres, como los hijos, son partícipes de una compleja dinámica de aprendizaje, donde también son pareja, hijos, trabajadores, amigos y otros tantos roles, pero sus acciones lo entendamos siempre o no, están centralizadas a procurar lo mejor para los hijos.
Así que no son menos fáciles las vivencias de los padres, donde día a día participan en una relación de "maestro-aprendiz" con los hijos: los hijos aprenden de los padres y los padres de los hijos. Ningún libro enseña cómo regañar la primera vez, o cómo demostrar afecto.
Los hijos hacen que sus padres sean "los mejores del mundo" y éstos desean que sus hijos sean "lo mejor para el mundo". En este caso las preposiciones "para" y "de" no son al azar: los padres siempre serán de los hijos, pero los hijos son para el mundo, es la mejor contribución para que el mundo siga siendo mundo y siga siendo humanidad. ¡vaya tarea la de los padres!.
Volviendo a nuestro cuento en la peluquería, tal vez es el momento de esa madre de saber que ya lo que hizo bien, lo hizo; que lo que debía enseñar, lo enseñó; que lo que iba a formar, ya lo formó, y ahora ¿cómo enfrentar el momento de desprendimiento?, incluso hasta de un momento célebre para la hija, que no dudo también le alegre, la madre seguramente vive su proceso no tan dulce tal vez.
Los padres tienen miedo de ser padres en cada parte de la vida, a veces más por los hijos, a veces más por los padres.
Guau, lamesaservida que profunda esas palabra y sobre todo la reflexión, exelente post. Saludos
@cesinfenianos que bueno que te guste porque tú estás muy involucrado en ese rol. Nos vemos pronto.
Excelente artículo amigo, sería bueno que hicieras uno sobre la sociedad conversadora venezolana y la familia matricentrada. Saludos pásate por mi blog
@cesarsc ¡que bueno que lo hayas disfrutado!; chévere, lo tomaré en cuenta para próximas publicaciones.
Me encanto, de verdad que te hace reflexionar. "Los padres siempre serán de los hijos, pero los hijos del mundo". Excelente de verdad. Saludos.
Muchas gracias @valex por tu comentario. Seguimos leyéndonos.
Muy buenas reflexiones amiga. Gracias por compartirlas. Saludos.
Que bueno que haya sido de tu agrado. Feliz jueves.
Interesante punto de vista, sobre el intercambio de roles. Aunque debo diferir sobre la "falta de libros" sobre paternidad en dos maneras: si fuiste hijo ya tienes una idea de cómo te gustaría ser como padre, además de que en las centenas de relaciones humanas que tenemos uno va forjando una forma de ser que muta, por lo tampoco es justo decir que la maternidad y la paternidad son una sorpresa absoluta de la que no puedas prever. Hay una bellísima película, "No se aceptan devoluciones" que muestra un poco sobre el proceso de aprendizaje al criar a un niña en condiciones personales adversas o indeseables. Lo otro es más sencillo: hay montones de libros sobre paternidad y maternidad ahora. Incluso cursos de "crianza respetuosa". Rescato con mucho interés la importancia de los hijos en el proceso. Por cierto, supongo que el sexismo cultural aprendido de abuelos influye mucho.
Hola @jeanfreddy si pues lo planteado no hace referencia a una sorpresa absoluta, si no que no hay receta y por muchos libros o experiencias, la "rol paterno-materno" en efecto se construye no hay un aprendizaje previo para hacer, las experiencias que acumulamos en el transcurso de la vida pueden configurar algún patrón, pero en el ejercicio real nada está escrito. Perfectamente, y muchos de los casos de consulta parten de esta realidad, haber leído libros, asistir a cursos, incluso ir a terapia de familia facilita algunas experiencias - hasta programas de tv hay al respecto, pero al momento de enfrentarse a la situación: lo que está en el libro "sentimos que no funciona", "terminé haciendo lo mismo que hizo mi padre y yo no quería que fuera así", "jamás pensé que iba a reaccionar de esta manera" etc, etc, etc. Siempre podemos encontrar herramientas que facilitan cualquier tipo de experiencia y pueden fortalecernos para ejercer el rol, lo que abriría otra puerta: ¿qué es lo "mejor" para cada quién?. No hay una respuesta única. En términos psicosociales, que es la materia a lo que estamos refiriendo, la información que tengamos acerca de un evento conforma elementos cognitivos, que se complementan sólo con variables afectivas y conductuales, por lo que la información hacia determinada acción o evento social no será completa y no puedo generar una totalidad de la vivencia hasta no interactuar con ello. Muy interesante lo del sexismo cultural, eso sin duda ha permeado nuestro patrones culturales en términos familiares, para eso requerimos otro post jajajajaja. Nos seguimos leyendo. Esto definitivamente está #amesaservida. Feliz fin de semana.
Gracias por responder tan nutrida y amablemente a mi polémica. Me pasa mucho en familia con mis hermanos y sobrinas. Reconozco en ellos muchos patrones aprendidos de mi papá, no siempre positivos, pero que ellos aseguran no son emulaciones mientras que los reconozco en mí, no sin algo de desazón, como algo aprendido. Y les digo que los niños aprenden más con el ejemplo que con las palabras. Espero esos posts :) porque yo me la tiraba de feminista hasta que supe que soy un micromachista, es decir, todavía lucho con lo que mi abuelo aprendió de su padre y le pasó al mío y yo adquirí, conscientemente o no.
Wowww muy buen post... Ojala profundices en el tema y lo hagas profesional!! Como maestra me ha encantado!!!
Hola @erikatassoni que bueno que te gustó. Vamos a seguir profundizando en estas temáticas. Feliz fin de semana.