Quiero compartirles mi nueva meta: Alcanzar mi libertad financiera.

Sé y entiendo que para muchos es una utopía: suena muy bonito e inalcanzable, a mí también me sonaba así y es por eso que he estado intercambiando mi tiempo por dinero, creo que a muchos de ustedes les suena natural, a mí también me sonaba de esta manera y el efecto de este intercambio es recibir eso: sólo dinero.

Mi nombre es Daniela, tengo veintitrés años y estoy viviendo una de las más grandes aventuras de mi vida. Vengo de una familia de clase media de la ciudad de Medellín. Nunca nos faltó nada, pero siempre tuvimos restricciones, la situación, el ambiente, amigos, vecinos, la economía de mi país dictaban que este patrón era el único posible, lo normal. Pero como todos nosotros tengo el beneficio de la duda y algo en mí cuestionaba este sistema al que la mayoría pertenecemos.

Estoy segura que como yo muchos de ustedes crecimos escuchando el camino de este sistema: Educación primaria y secundaria, universidad, diploma, un trabajo estable y jubilación. Si algo de usted reacciona a esto quiere decir que usted también duda de esta sistematización y probablemente está ejerciendo algo que tomó como segunda opción dándole reemplazo a lo que de verdad quería. Y es justo entender este comportamiento: Esto es lo que las mayorías intentan hacer. Uno de mis ejemplos es: Accedí a matricularme a un pregrado sólo porque oí decir a las personas que amo y respeto que tener un apoyo que respaldara lo que de verdad quería me daba más seguridad. Bueno, no lo terminé porque lo que suena como regla tiene un desvío que nos da elección.

Me di cuenta que todos nuestros resultados, las relaciones que tenemos, el trabajo al que vamos, nuestra situación económica, son el efecto de nuestras decisiones y es pasado al que dejamos interrumpir el presente, es decir muchas veces permitimos que los pensamientos y emociones basadas en épocas pasadas interfieran en nuestras acciones diarias. Los comentarios y las expectativas de otros bloquean el uso de la acción masiva, los sueños y la ejecución de grandes ideas. Estamos programados para evitar riesgos y fallas ignorando que estos factores incrementan y suman a nuestra vida.

Ahora sé que para alcanzar una vida financiera libre de limitaciones es necesario unirse al proceso de desaprender, de olvidar y explorar nuevas vías que produzcan diferentes consecuencias.

Decidí reprogramarme, decorar mi interior para manifestar mi exterior.

¿Alguno de ustedes quiere crear este nuevo camino?

Cuéntenme, quiero saber de ustedes.

Daniela.