Si tendría que ponerlos en contexto para esta experiencia cotidiana podría empezar diciéndoles que no soy muy diestra contando anécdotas, pues normalmente cuando las voy a decir y estás son de algún recuerdo que me da risa no termino de alcanzar a pronunciar alguna oración, la reacción en fracciones de segundos físicas que reflejo son tan parecidas a la hiena del rey león que es inevitable no relacionarlas con la historia.

      Ya expuesto ese detalle les muestro otro, mi hermano (el cual está altamente presente en la historia) y yo tenemos la costumbre de ver series, anime, comiquitas y películas juntos, cuando este evento ocurre no importando cual sea la temática siempre alguno de los dos termina haciendo que el otro salga riendo de cualquier payasada relacionada a lo que estamos viendo en ese momento (normalmente soy yo la que termina con el ataque y el haciendo que me dé más risa) o inclusive en medio de tanta risa terminar repitiendo de manera unida la frase por semanas y cada vez que la recordemos, traten de imaginar eso multiplicando todas las cosas que hemos visto y tendrán una colección de frases de las cuales me es inevitable no reírme...

      Hace unos días teníamos problemas con la luz (cosa normal últimamente en Venezuela) para ese momento me encontraba cocinando y en medio del apagón me toco ir por unas velas, después de varios intentos sin éxito consigo una, prendí la vela sin mucho afán y ya con ganas de terminar la comida continué cocinando a lo que de repente un ventarrón interviene y la vela colapsa, mi humor para ese momento oscureció y cuando ya estaba a punto de estallar mi hermano salió sin avisar y me dijo en tono burlón...

¡¿Quien apago la vela?!

      Haciendo referencia a unos de los momentos en Hércules (la película de Disney) a lo que yo sin pensarlo dos veces termine riéndome casi por 5 minutos, ya cansado de verme reír (y que no paraba) decidió ayudarme en la cocina, acción que hizo que pudiéramos terminar a tiempo la comida. Pasan las horas y cada quien realizaba actividades diferentes mientras esperábamos por la luz, de repente sin motivo alguno me reí a lo que mi hermano curioso se acerco y me pregunto

¿Y ahora porque te ríes?

      Yo me le quedo mirando, conteniendo la risa y sin poder controlarme más solté una enorme carcajada intentando respirar profundo y entre risa y risa le respondí

Es que... jajaja me acabo de acordar... jajaja lo de la vela y me da risa jajajaja

      Su expresión no tenia precio era tan cómica que genero que mi risa aumentara y literalmente lloraba de la risa, el por otra parte solo miraba y cuando por fin vio que me calme se acerco y me contó un chiste malísimo (que no recuerdo ahora cual es) a lo que mi ataque de risa volvió y como si fuera poco sonríe y me dice

¡Soy tan gracioso! ah...?

      Y no lo resistí fueron horas de risas que si me pongo a pensar no tiene fundamento pero aun no teniéndolo me gusta saber que esos gratos momentos de locura son recuerdos que jamás se olvidan y que con el pasar de los años nos seguiremos riendo de todo lo que compartimos en la vida.

Ƒυєηтє

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Artemis

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