Steemianos, un saludo para quienes leen mis publicaciones semanales de “Incertidumbre en la Cocina”. Esta Loca de su casa les invita a probar un plato principal bastante común, en una presentación no tan cotidiana; se trata de una Pasta de Maíz con Salsa Pesto de Aguacate.

En Venezuela, acostumbramos a consumir el Maíz, precocido en harina para las arepas y empanadas, o tierno para las cachapas; sin embargo, es muy poco frecuente encontrarle como Pasta (tallarines, espagueti u otra variedad). Últimamente y supongo que como todo acá, ligado a la crisis, los productores emergentes tienen más cabida en algunos anaqueles locales, por ello tuve la suerte de encontrarme con un paquete de Pasta de Maíz, hecho por una micro empresa venezolana con un precio menor al de las pastas de sémola de trigo que hay en el mercado (en su mayoría importadas, porque las nacionales escasean). Debo confesar que, no es la primera vez que me encuentro con este tipo de pasta, o que he descubierto el agua tibia, pero sinceramente tenía muchísimo tiempo sin poder encontrarlas, además las que he consumido antes no me convencían por la textura que adquirían al cocinar.

Así que, sin más preámbulo, he aquí la receta:

¿Qué Necesitas? – Receta para 2 personas

Ingredientes:

Nota: los ingredientes que no tengan medidas exactas en la lista, serán explicadas sus cantidades dentro de la preparación. * Puedes sustituir el Ajo por 5 ramas de Ajo Sociedad (revisa mis posts anteriores ). * El limón se puede reemplazar por 2 cucharadas de Vinagre Blanco.

Preparación:

Pasta de Maíz:

En primer lugar vas a colocar en una olla 5 o 6 tazas de Agua a hervir, con una pizca de Sal (lo que tomes entre tus dedos índice y pulgar); cuando el agua hierva, añades los 250 grs de Pasta de Maíz, dejas cocer a fuego medio. Es importante que sigas el proceso de cocción, moviendo la pasta los primeros minutos, ya que suele estar más rápido que la convencional. Vas probando, y cuando esté al dente apagas; con un colador le escurres y depositas el agua en un bol (necesitaremos el agua para la Salsa). Si tienes mantequilla o margarina, puedes distribuir por toda la pasta una cucharada para que no se seque, otras personas suelen incluir una cucharadita de aceite al agua mientras hierve, cualquiera de las dos opciones es válida; también puedes dejarla tal cual lo explico para evitar el consumo de grasas saturadas.

Salsa Pesto de Aguacate:

El siguiente paso en nuestra preparación es abrir el Aguacate a la mitad, fundamental asegurarse que el mismo está bien maduro para que la consistencia de la salsa quede cremosa; sacas la pepa (semilla central) y extraes todo el interior, lo colocas en la jarra de la licuadora; posteriormente, machacas los 3 dientes de Ajo, cortas las hojas de Albahaca y agregas a la jarra, en la cual también verterás 1 o 2 cucharones para servir sopa, del agua de cocción de la pasta que hemos apartado, exprimes el zumo de 1 Limón, agregas Sal y Pimienta al gusto. Licúas. Yo sugiero, agregar primero una porción del agua, licuar, ver la textura y si está muy espesa agregar la segunda. También licuar un poco antes de añadir la sal, probar para ver si está al gusto, pues como el agua de la pasta lleva sal no se nos vaya a pasar.

Servimos la pasta en un plato hondo y encima colocamos la salsa, si cuentas con Queso duro llanero, puedes rallar una cantidad al gusto (si la salsa queda con fuerza de sal, recomiendo utilizar un queso más suave) aunque también la he comido sin este ingrediente y créanme queda igual de deliciosa. Puedes colocar dos hojas de albahaca fresca para adornar.

Tip Adicional:

Si tienes en casa, puedes añadir a la salsa un ají dulce picado en finas tiras con un pedacito de cebolla (mitad de una cebolla pequeña), sofrito en una cucharadita de aceite vegetal, le da un toque picosito que complementa la mezcla de sabores de la receta. Una cucharada de Ajonjolí al sofrito, le va fabuloso.

¿Te atreves a recrear este plato?, si te gustó comenta; de hacerle una variación me encantaría leerla. Este almuerzo o cena, puedes prepararlo con ingredientes locales, cultivados en tu patio o huerto, que podemos conseguir a bajos costos y cuyas propiedades alimentan bastante bien nuestro organismo.

Si como yo, aún continúas habitando estas nobles tierras, te invito a ver que la crisis no tiene por qué abrumarte demás, necesitamos sostenernos y cuidar de nuestro cuerpo-mente en estos tiempos, tú puedes vivir en Venezuela y comer rico en el intento.

¡Buen Provecho! 😊

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