Ira
Gritos de cambios traen los vientos, velero que se mece precipitadamente e impotente en medio de la tormenta, gritos ensordecedores difíciles de esconder, complicados tiempos y sus definiciones que no terminan de cuadrar, amargados corazones combativos y abatidos buscando distancia y en espera del ataque definitivo. Las camas arrugan las sabanas, solo con el vaivén de un solitario cuerpo que no alcanza probar el sueño, destinado a divagar con el frio ambiente de las madrugadas. Semblante de la indiferencia, imposible de ignorar, paños de agua tibia intentando pasar el dolor, hoy nada más real que estar frente al espejo dormido o despierto, realmente da lo mismo, ya no se es tan joven ni tan inocente, cambia una vida cuando el alma es marcada, las emociones colman cada pensamiento y las manos traducen con el tacto agresivo de un golpe, la impotencia y descontento, mientras que el cigarrillo amargo lo consume el viento, o mis pulmones.