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Hola ami@s de Steemit este post es el primero de seis, donde compartiré con ustedes la lírica de canciones que hablan de un amor en tiempos bíblicos. Las canciones narran el intenso amor entre el Rey Salomon y su esposa “la Sulamita”. Es un poema, una canción, que habla sobre toda la expectativa, el romanticismo y placer que rodeaba a esta pareja enamorada.
El lenguaje empleado es poético, y abunda en imágenes amorosas. El novio ve a la novia como una paloma, como un jardín cerrado, como una fuente de los jardines; la novia, por su parte, ve al novio como un árbol de manzanas, como un venado, como un cabrito todas estas expresiones dan al libro de Cantares el sabor que distingue a todo poema amoroso.
La información expuesta en este Post proviene de:
Biblia de la Familia, Traducción en Lenguaje Actual.
Cantares 1:2 al 2:7
Ella
¡Ay, amado mío,
cómo deseo que me beses!
Prefiero tus caricias,
más que el vino;
prefiero disfrutar
del aroma de tus perfumes.
Y eso eres tú:
¡perfume agradable!
¡Ahora me doy cuenta
por qué te aman las mujeres!
¡Vamos, date prisa
y llévame contigo!
¡Llévame ya a tus habitaciones, rey de mi vida!
Coro
Por ti haremos fiesta,
por ti estaremos alegres;
nos olvidaremos del vino
y disfrutaré de tus caricias.
¡Ahora me doy cuenta
por qué las mujeres te aman tanto!
Ella
¡Mujeres de Jerusalén!
Yo soy morena, sí,
como las tiendas de Quedar.
Y soy también hermosa,
como las cortinas de Salomón.
No se fijen en mi piel morena,
pues el sol la requemó.
Mis hermanos se enojaron contra mí,
y me obligaron a cuidar sus viñas,
¡y así mi propia viña descuidé!
Cuéntame, amor de mi vida,
¿a dónde llevas tus rebaños?
A la hora de la siesta,
¿dónde los haces descansar?
No tengo por qué andar
como una vagabunda;
¡no tengo por qué buscarte
entre los rebaños de tus amigos!
Coro
Si acaso no lo sabes,
mujer bella entre las bellas,
sigue las huellas del rebaño
y lleva a pastar tus cabritos
junto a las carpas de los pastores.
El
Amada mía,
tu andar tiene la gracia
del trote de las yeguas
que tiran del carro del rey.
¡Preciosas se ven tus mejillas
en medio de tus trenzas!
¡Bellísimo luce tu cuello
entre tan bellos collares!
¡Voy a regalarte
joyas de oro,
incrustadas de plata!
Ella
Mientras el rey se recuesta,
mi perfume esparce su fragancia.
Mi amado es para mí
como el saquito perfumado
que llevo entre mis pechos.
Mi amado es para mí
como un ramito de flores
de las viñas de En-gadi.
El
¡Tú eres bella, amada mía;
eres muy bella!
¡Tus ojos son dos luceros!
Ella
¡Tú eres hermoso, amado mío!
¡Eres un hombre encantador!
Coro
La verde hierba será
nuestro lecho de bodas,
y a la sombra de los cedros
pondremos nuestro nido de amor.
Ella
Yo soy una flor
de los llanos de Sarón;
soy una rosa de los valles.
El
Mi amada es una rosa
entre las espinas.
Ella
Mi amado es un manzano
entre árboles silvestres.
¡Me muero por sentarme a su sombra
y saborear sus deliciosos frutos!
Mi amado me llevó
a la sala de banquetes,
y allí me cubrió de besos.
¡Denme a comer uvas!
¡Denme a comer manzanas!
¡Ayúdenme a recobrar las fuerzas,
que me estoy muriendo de amor!
¡Que ponga él su brazo izquierdo
debajo de mi cabeza!
¡Que me apriete contra su cuerpo
con el brazo derecho!
El
Mujeres de Jerusalén,
quiero que me prometan,
por las gacelas y venaditas
que corren por los bosques,
que no molestarán a mi amada
ni la despertarán de su sueño de amor
hasta que ella sola se despierte.