LAS AURORAS...
La luz de un crepúsculo me dijo: “el alba, en tu lecho de insomnio, te sorprenderá un día.
La ninfas etéreas, transustanciadas en palabras, posaran en tus manos las auroras”…
Pensativa, cabizbaja, medité.
La inocencia de entonces me impidió comprenderlo.
Quedé perpleja un día. ¡Cuál no sería mi sorpresa! … Cuando el alba me trajo consigo a las auroras…