Abuela.
Tus historias llenan mis sueños.
Te veo y siempre se me dibuja una sonrisa, te amo.
Querida vieja, mi vieja.
Me haces feliz con solo hablar, tu risa me lleva a la cumbre de la felicidad eterna, no te vayas, se mi infinita.
Dura hasta que encuentre la fuente del júbilo.
No te juzgo, te cuido porque te amo, por respeto no te hacemos preguntas y solo te acompañamos en el camino.
Te veo y quiero llorar, no imagino una vida sin tu amor, tus abrazos, tus cuentos de camino.
Siento que si te vas dejarás un vacío enorme, todos deberían escuchar tu voz, deberían verte sonreír, todos deberían abrazarte, mirarte, sentir el dolor que hoy parte mi pecho en mil pedazos de solo pensar que un día me dejarás y nunca volverás.
Le pido a Dios que tenga misericordia y me deje disfrutar de ti hasta el último de tus días, hasta tú último suspiro.
Poder verte para jamás olvidarme de tu rostro y tus facciones.
Tú gran corazón no se compara con ninguno, es uno en un millón.
Tú juventud sigue viva internamente, transmites tú sabiduría y experiencias.
Eres perfectamente traviesa, tus aventuras son increíbles, graciosas.
"Te amo con la intensidad de mil soles".
No me dejes, vieja.
No me dejes nunca, por favor. No me abandones en este mundo de falsedades, maldades, de injusticias y de dolor.
Te amo y siempre te amaré pero prefiero que estés a que no estés.
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