Había una vez una pequeña niña que tenia por nombre Nathalia, ella disfrutaba mucho de mirar los pequeños puntitos blancos que se encontraban en el cielo cuando ya estaba oscuro y a la hermosa luna le tocaba salir. A la pequeña Nathalia, le encantaba que su madre le leyera cuentos antes de irse a dormir, sus preferidos son los que tratan de las estrellas, constelaciones y la vía láctea.

Una noche como de costumbre, Nathalia salió al balcón de su habitación para observar las estrellas con el telescopio que su padre le regalo por sus excelentes calificaciones, esta vez pudo observar tres constelaciones, las cuales eran: la osa mayor, la osa menor y Vulpécula o el zorro, su favorita. Ella estaba muy ansiosa debido a que solo faltaban 2 días para la noche de lluvia de meteoritos, por lo que tal día es muy importante para ella. Ya casi siendo la hora de dormir, el padre de Nath se acerca a ella y le pregunta:

—Hija, ¿qué libro te iba a leer mamá hoy?

– ¿Que sucede papá? ya han sido dos días, en que mamá no viene a desearme las buenas noches y a leerme como de costumbre; ¿mamá se encuentra bien? – le pregunta Nathalia

– Bueno, la verdad es que no, tu mamá se encuentra en un estado muy delicado de salud, tiene una enfermedad y debe ser operada, probablemente le hagan la cirugía mañana, pero tranquila si mama sigue el tratamiento se va a recuperar pronto, no te preocupes. – le menciona, mientras la abraza.

– Ya veo, pero no es necesario que vengas a leerme todas las noches, quédate cuidando a mama de parte de los dos, además ya estoy muy grande para que me lean cuentos para ir a dormir. – comenta ella, con lágrimas en los ojos.

– Está bien ve a descansar.

A la mañana siguiente, Nath se levanta de la cama y se dirige hacia el balcón, mira hacia el cielo azul y dice:

– Hoy es un día muy bonito, espero que todo salga bien.

– ¡Nathalia vamos, llegaras tarde a la escuela! – exclama su papa

–Si papá, ya salgo – le contesta.

Nathalia, sale rápidamente de su habitación, y se sube al auto con su padre, y le pregunta:

– ¿Hoy es la operación de mama?

– Si, hoy pasare por ti temprano, y luego iremos al hospital.

–Me parece bien– dice Nath, con una sonrisa

Ya son la 12:00 pm, su papá pasa por ella a la escuela para luego dirigirse al hospital. Cuando llegaron a la habitación en la que se encontraba Emma la madre de Nathalia, su madre la ve y le pregunta:

– Hola cariño ¿cómo estas, que tal tu día en la escuela?

– Hola mamá, ¿todo está bien y tu como te sientes? – le pregunta ella

– Estoy mucho mejor, cuando salga de la operación iremos juntas a ver la lluvia de meteoritos, ¿te parece bien?

–Está bien mama – dice Nath muy feliz.

– Señora Emma Miller, ¿esta lista? –interrumpe una enfermera

– Si, estoy lista– responde ella un poco nerviosa

–Está bien, ya el doctor la ingresara al quirófano, los familiares pueden dirigirse a la sala de espera – comenta la enfermera

–Vamos hija– dice su padre sujetando de su mano.

Emma es ingresada al quirófano, rodeada de tres enfermeras y el doctor que va a realizar la operación. Nath no lo sabe pero la operación que le tienen que hacer a su madre es muy complicada, y dura de tres a cuatro horas si no hay ningún tipo de complicación.

Ya han pasado casi cinco horas desde que comenzó la cirugía, debido a esto Nath y su padre se muestran un poco inquietos; a los pocos minutos se abren las puertas de quirófano y se apaga el pequeño cartel rojo que esta encima de ella, lo que significa que la operación ha terminado. De dichas puertas sale el doctor y las tres enfermeras, el papá de Nathalia rápidamente se levanta, se acerca a ellos y le pregunta al doctor:

– ¿Doctor, como salió la cirugía?

–Pues, señor Miller lamento darle esta trágica noticia, su esposa murió, durante la operación su corazón se detuvo varias veces, en las primeras dos logramos recuperar su pulso pero en la última, su corazón estaba muy débil y no pudimos hacer más nada, sentimos mucho su perdida. Hora de muerte 7:30 PM-

– ¿Qué?, no, esto no puede ser verdad, mi esposa no puede estar muerta – dice Rob cayendo de rodillas sobre el suelo con las manos en la cabeza y llorando desesperadamente. Nathalia se encontraba cerca por lo cual se entero de todo lo que había ocurrido, trato de hacerse la fuerte pero al final no pudo contener las ganas de llorar, las únicas palabras que salieron de su boca fueron – ella lo prometió, me mintió, no cumplió su promesa. – dijo corriendo hacia los brazos de su padre.

Aquel día no fue bonito como ella lo esperaba, se convirtió en uno muy triste difícil de olvidar, cuando regresaron a casa estando ella en su habitación recordaba que esa noche vería la impresiónate lluvia de meteoros que tanto espero, pero faltaba algo, la presencia de su madre. Por un momento se detuvo a mirar una estrella muy grande que brillaba de forma especial, ella se impresiono debido a que nunca antes la había visto, imagino por un momento que era su madre queriendo estar con ella en ese momento, como se lo había prometido.

Desde entonces Nathalia la mira noche a noche y en ocasiones conversa como si fuera su amada madre, lo cual la ayuda a recordarla día a día.