Hablemos de Bitcoin
Mi mundo es la tecnología, los algoritmos, la lógica y los números, la programación en general, es por ello que siempre trato de estar al día en qué cosas nuevas aparecen en este mundo y allá a finales del 2010 luego de escuchar un montón acerca de Bitcoin decidí investigar a detalle cómo funcionaba y qué tan rentable era.
Luego de encontrar pocos lugares dónde comprar y vender productos y servicios con Bitcoin me decepcioné un poco, vale mencionar que ahora soy más cauto con lo que uso, por años fui de los que se montaban a la última ola de la tecnología en hardware y software pero siempre hay un precio a pagar por estar en el famoso “bleeding edge technology”, el “bleeding” es por algo. Por nombrar algunos ejemplos, el Full-HD 1080p, más tarda uno en pagar las cuotas que en salir el UHD-4K y nunca actualizaron la señal, el famoso Blu-ray, más rápido se remplazó con los servicios de streaming como Netflix y al día de hoy es raro encontrar discos en UHD-4K, para terminar de joder, ahora el último grito de la moda es el HDR o vídeo codificado no en 4:2:0 sino en 4:2:2 y hasta 4:4:4 (para los que les gusta complicarsela), otras que no dan un respiro son las consolas, más tarda uno en darle la vuelta a un juego y tener la plata para el segundo control que saquen el nuevo modelo de consola que “curiosamente” hace incompatibles los juegos anteriores, y lo más triste, por tener lo último hay siempre problemas de compatibilidad con algo.
A finales del 2011 por celebrar un cumpleaños a un amigo en Antigua Guatemala conocí a un extranjero que estaba súper emocionado con Bitcoin, me dijo que era el próximo lugar para hacer dinero, así que decidí volver a intentar encontrarle la gracia, investigué bastante, descargué una aplicación para minar y tener mi “billetera virtual” y usé mi GPU para generar bitcoins, generé creo que un 0.000001% de Bitcoin en una semana usando una señora tarjeta de vídeo, entonces hice la matemática más simple y me di cuenta que lo que gasté en energía para producir esa cantidad de bitcoins era ridículamente más caro, no es precisamente una conversión de uno/uno, así que investigué de qué forma hacerlo rentable, aquí es donde empezó la famosa espinita de la desconfianza, vendían máquinas que usaban clusters de GPUs para minar bitoins… ¿Y en qué moneda las vendían?… en dólares de EEUU.
Usando lo más básico de la lógica simple… si usted pudiera crear una máquina que hace dinero… ¿La vendería? ¿A cambio de qué? Porque si yo puedo producir una máquina que haga bitcoins más eficiente que cualquier otra, no la vendo, me la quedo… y si la vendiera, la vendería por el precio que calcule que tenga y que produzca en bitcoins ¿Acaso no? Así que viendo que las vendían en dólares, probando que no confían ni en esa moneda, decidí ir a buscar los orígenes de la criptomoneda, resulta ser que en el famoso “dark web” o “internet obscura” un desarrollador “desconocido” compartió el código fuente y la idea y un grupo de desarrolladores aportaron y empezaron a promover la idea… de nuevo, lógica simple y plana ¿Realmente estamos para correr código en una PC que no sabemos a ciencia cierta cómo funciona ni quién la hizo? Pero bueno, decidí investigar más y ver la explicación “científica” de cómo funcionaba la matemática detrás de Bitcoin.
A la larga, Bitcoin se basa en un algoritmo que genera “hashes” o bitcoins únicos e irrepetibles y luego de crearlos los almacena en una base de datos local y lo comparte con el resto de usuarios en una red P2P al estilo de Bit-torrent, el algoritmo o cálculo para crearlos es bastante complejo y con cada nuevo “hash” o “bitcoin” creado, se reduce la cantidad de posibles nuevos bitcoins, en otras palabras, el número de posibilidades es limitado y las transacciones son visibles por todos los usuarios de la red de Bitcoin, eso sí, se requiere de una “billetera virtual” local para almacenar la base de datos de TODOS los bitcoins del mundo y donde esté claro cuáles son los míos… pero… ¿Qué pasa borro mi disco duro? Pues resulta ser que pierdo los bitcoins y más nadie los puede tomar, así es, pueden googlearlo. ¿Qué solución hay para eso? Pues usar billeteras virtuales de terceros en línea, algunos ofrecen el servicio de grátis y otros cobran… ¿Se puede confiar en ellos? Ahí la pregunta.
Y acerca de almacenar los bitcoins de forma local, más de 20GB de disco dedicados sólo a la base de datos o mejor llamado “blockchain”, y siendo un usuario que usa discos de estado sólido, es demasiado espacio para desperdiciarlo en eso, pero bueno, hasta ahí veo muchas cosas que no me terminan de convencer pero nada súper alarmante.
Los red flags
Con los años uno aprende a ver los famosos “red flags” o señas de que algo no está bien, analícelo bien… Si usted encuentra una forma de generar dinero de forma simple y sencilla ¿Iría con terceros a regalarle esa “formula mágica” de los huevos de oro? Porque en mi experiencia de vida he visto que cuando alguien encuentra una forma de generar dinero, lo menos que hace es compartir la fórmula mágica ¿O acaso Coca-Cola regala su fórmula? ¿Acaso Canon regala todo los datos de manufactura de sus lentes o de su color science? ¿Acaso Microsoft regala el código fuente de Windows? Pero más importante aún… ¿Qué pasaría si todo mundo fuera millonario? Porque vivimos en un mundo de recursos limitados, tan limitados como el futuro del blockchain, ¿Será que Bitcoin irá a regresar a todos los inversionistas su dinero? ¿O será que irá a pasar como aquel juego de las sillas? ¿Quién o quiénes irán a ser los últimos que se queden sin silla cuando termine de sonar la música?
Luego veo a los actores más activos detrás de Bitcoin, los famosos gemelos Winklevoss que fueron “socios” del creador de Facebook, no precisamente personas con una ética intachable, Barry Silbert, un experto en criptomonedas que compró al gobierno de EEUU las criptomonedas que incautaron en un caso de tráfico, Tim Draper, otro que compró monedas en subastas del gobierno de EEUU y que es inversionista en tecnología, Charlie Shrem, uno de los fundadores del Bitcoin Fundation que pasó preso por lavado de dinero y que tiene a casi todos sus amigos en prisión por casos similares, Tony Gallippi, fundador del sistema de pago Bitpay, Satoshi Nakamoto, el “obscuro” y “misterioso” creador de Bitcoin y por último, el gobierno de EEUU por las incautaciones a grupos criminales que realizaban transacciones en Bitcoin. En otras palabras los más grandes jugadores son o los creadores de la tecnología, socios de la misma o hacen dinero intercambiando o vendiendo la moneda, casi todos con un record criminal ¿Le gustaría formar parte de ese selecto grupo de personas?
Y más preocupante que eso es ver lo popular que se ha hecho, ahora hablan de Bitcoin en todos los medios ignorando sus orígenes obscuros, ignorando que la tecnología por buena que sea, eventualmente falla, ignorando siquiera ver el código fuente, pero más importante, ignorando que en el caso de un colapso tecnológico, no van a poder cambiar esa moneda por nada, a diferencia de aquellos que todavía guardan sus estados de cuenta en papel.
Y si aún no termina de tener cierto escepticismo en relación a la moneda, dígame que este comercial no se ve extremadamente sospechoso, el mensaje: Invierta en Bitcoins, usando dólares 🙄
Recapitulando
Bitcoin es una criptomoneda de orígenes obscuros, con un algoritmo obscuro, una moneda que tiene en sus inversionistas más grandes personajes con pasados obscuros, personas en conflicto con la ley, tiene un alto costo para generar o minar nuevos Bitcoins y para almacenar el blockchain, las “billeteras virtuales” en línea no me terminan de convencer, es una moneda tan volátil que hasta la tienda de juegos más grande del mundo, Steam, decidió ya no aceptar transacciones en esa moneda, son raras las tiendas que venden productos y servicios en esa moneda y para colmo de males, su precio se calcula en base al dólar… La verdad no sé qué dice eso de Bitcoin o del dólar y cuál queda mejor o peor.
Sé y entiendo que usted puede o no estar de acuerdo conmigo, sé que pueda que yo esté totalmente equivocado, pero en lo que sí estoy seguro es en que no tengo dinero de sobra para invertir en lo que es Bitcoin, capital de riesgo, así es, invertir en esa moneda NO es para aquellos que tenemos los centavos contados, ahora, si usted tiene un par de miles de dólares que arriesgar, entonces puede ir a dar vueltas y esperar a ver quiénes son los últimos en quedarse sin la silla.
Yo como dije al inicio, me subiré al tren cuando su adopción sea más amplia, cuando no sea tan volátil y cuando tenga dinero que no me duela perder, porque si algo nos ha enseñado el buen Murphy, todo es posible… no pienso hacer las de Fry: