2019 un año que ha marcado a un país, a una sociedad y junto a eso a nuestros sueños. Hoy con lagrimas en los ojos nos sentimos totalmente complacidos y orgullosos de ser los duros, por ser la nación mas fuerte en todo un continente, que innovamos, que inventamos, y que creamos cosas nuevas, cosas que por mas sencillas que sean, son maravillosas; cosas necesarias para vivir, para sobrevivir, para seguir, para construir y para mantenernos de pie, construir unas nuevas costumbres, una nueva forma de ver la vida, unos nuevos valores; renovarnos como seres humanos y entender que nuestra vida no se trata de donde estas, ni se trata de como vives, se trata de con quien vives, de con quien tu compartes tu día, de valorar a cada persona que te hace bien, que te hace ser importante. La distancia nos ha marcado, nos ha jodido, y nos ha golpeado de una manera que nos enseña, que nos prepara, que nos convierte en un humano, en un venezolano más puro, más de carne y huesos, que ya no nos enseñan con pizarra y tiza; ahora es con golpes, con gritos, con lagrimas y no con golpes al cuerpo, con golpes en el alma, en la mente y en el corazón.

Hoy somos una nación que hemos tenido que aprender por las malas porque por la buenas nunca lo hicimos, hoy en día valoramos más que nunca: compartir con los familiares, con los viejos amigos y hasta con nuestros vecinos, y lo valoramos porque no los tenemos a todos en el mismo lugar; y ahora sufrimos, pataleamos y le echamos la culpa al sistema y lo que no entendemos es que el sistema que tenemos es el que nosotros colocamos y ahora odiamos; y si nosotros lo colocamos, nosotros somos los culpables de todo lo que hemos vivido, pero no podemos vivir de culpas, no es sano, todo lo contrario; debemos sentirnos orgullosos de que hoy somos una nación más fortalecida, más inteligente y estamos mas que preparados que cualquier otro país... Ayer dormimos en la calle porque no teníamos como pagar un arriendo, ayer dormimos sin almorzar y hasta sin cenar porque no teníamos la manera, ayer y durante muchos días dormimos con calor, sin electricidad, matando animalitos y en hoy en día muchos lo siguen haciendo, pero hay una diferencia muy clara y es que algunos lo vivieron o lo viven en calles, en tierras ajenas y solos; y otros lo viven o lo vivieron en tierras propias pero acompañados de su familia; y en cualquiera de esas circunstancias se sufrió, se lloro y se pataleo...

¿Nos rendimos? Jamas ¿Por que? Porque somos venezolanos, porque en nuestro diccionario no existe la palabra rendirse, porque nuestro lema como país es: que a pesar de las coyunturas, a pesar de los malos momentos, hay que seguir adelante, hay que seguir de pie; porque en tiempos de abundancia fuimos la primera nación en muchas cosas, en muchas grandes cosas y lo volveremos a ser; porque donde se paraba un venezolano no lo hacia cualquier extranjero, y no es alabarnos como si fuéramos un Dios, no, porque sabemos que ese agrande que nos caracteriza, ese llamado aguaje, esa actitud arrogante que también nos caracteriza nos ha cacheteado como a nadie... Porque nos podemos definir como: "humildes, alegres, puros, entregados, persistentes, resilientes, colaboradores, inocentes", pero también nos definimos como arrogantes, agrandados, y utilizo dichos muy usados como: (creernos la pepa er queso, la ultima coca-cola del desierto); ser burlones y pensar que lo nuestro era lo mas grande, lo mejor, lo incomparado y lo único en el mundo, esa actitud también nos hundió, también nos golpeo y también nos hirió. Porque fuimos y seguimos siendo golpeados por todos nuestros sentidos, por nuestros valores, por nuestra actitud y por nuestro pensar; pero estamos aprendiendo; porque hemos sido humillados y a veces no encontramos las palabras para defendernos, para pelear, para gritarles, y también hemos aprendido a callar y aceptar que otros tienen razón, y nos damos cuenta que es lo mejor y estamos claro que eso cuesta, nos cuesta y nos seguirá costando mucho. Pero, todo esas cosas son enseñanzas del altísimo, del grandisimo, esa es su manera y hay que aceptarla, comprenderla y promoverla.

Ahora si entendimos que nuestro país vale más del valor que le dábamos y esas personas que están en otras tierras saben que la alegría, que la gente, que el espacio y que el tiempo que aquí en Venezuela hay, no lo conseguirán en ningún otro país; y podemos estar mal como infraestructura, como desarrollo, que no contamos con servicios de calidad que a lo mejor otras naciones si tienen, pero los exiliados saben que a pesar de las maravillas de otros países, nunca encontraran un lugar como Venezuela, ellos la extrañan, la quieren y ahora es difícil; pero así es la vida.

La vida no es solo felicidad y abundancia, lo que hoy vivimos es vida y mucha, cuando entendamos que todo lo que estamos viviendo es parte de nuestro recorrido por este plano terrenal, allí encontraremos la solución de nuestros problemas. Saber que para todo hay que tener paciencia, que las cosas no llegan cuando uno quiere, llegan cuando tienen que llegar, ni antes, ni después... Tenemos que aprender que si vivimos aceptando lo bueno y lo malo tendríamos una mejor visión de nuestro mundo.

Estamos en Diciembre, un mes donde nos damos cuenta de todas las cosas que hicimos en esos 11 meses de provecho, de dificultad, de accidentes, de incidentes, de sorpresas, de decepciones, de logros, de fracasos, es donde nos damos cuenta si valió la pena quedarnos o si emigrar fue la mejor opción; entender que aquí somos ricos pero allá somos bien pobres. Es el mes donde empezamos a rememorar las grandes cosas que dejamos; también donde cosechamos los mejores frutos de esos duros meses de trabajo, de esfuerzo, de mucha perseverancia, de mucho sudor. Entendimos que no es lo material lo que nos hace ser o no ser. Y he allí donde empezaríamos a vivir la vida con la convicción de que las cosas mas sencillas, son las mas importantes; Un beso, un abrazo, un café por la mañana, tu tiempo, tu espacio, tener tú la decisión de que tu vives lo que tu quieres vivir , ni más ni menos, lo eliges tú.

Este año se fueron personas que en un momento fueron importantes, unas a otra dimensión y otras a otras tierras, fueron y aun algunas siguen siendo importantes.

Comprendamos que la Vida se trata de renovarse y no detenerse por nada ni nadie, porque todo es un proceso, hay que aceptar las cosas buenas y malas.

Y para las personas que están lejos de su familia, les pido que tengan fortaleza, que esa lucha va a valer la pena, que se mantengan de pie y constantes por lo que quieren lograr.

En esta oportunidad deseo a todos mis amigos y no tan amigos de todo corazón que el año nuevo que se avecina venga lleno de retos, de inteligencia, de estudio, de pasión, de dificultad y de mucho trabajo, porque esas cosas enriquecen el alma y de eso vienen los mejores frutos.

Feliz Navidad y prospero año nuevo 2020.

Les desea Kevin Querales.