Tienes el Aceite de Hachís, pero no tienes pieza. ¿Y ahora como fumas?
Hoy tenía pensado terminar de redactar un artículo para Steemit en el cual llevo un par de días trabajando. No obstante, mis planes cambiaron drásticamente cuando un amigo me recibió esta mañana con lo que se conoce en los Estados Unidos como dabs; básicamente: aceite de hachís.
Para aquellos que no están familiarizados el Aceite de Hachís es el resultado de la extracción del THC — el componente del cannabis que te pone a volar — por medio del uso de disolventes que crean una especie de resina compacta o viscosa que contiene altos valores de THC.
En fin, para retomar mi historia, llegué a casa emocionado y con ganas de probar el aceite de hachís, pero tan pronto crucé el umbral de mi casa recordé que no tengo ni la mitad de los instrumentos necesarios para fumar hachís correctamente.
Normalmente la forma más eficiente y divertida de fumar hachís estos días es calentado hasta el rojo vivo la boquilla de un bong, preferiblemente especializado para fumar hachís, con un mechero a gas, y luego colocando un poco de hachís en la punta de cualquier metal alargado que te sirva para recolectar el aceite viscoso o pasta dura, acto seguido se coloca en la boquilla y se fuma rápidamente.
Nada de juego de carritos con el hachís, un jalón de dabs bien hecho te pone a volar en segundos y a toser un montón si no tienes práctica suficiente.
Pero bueno, el hecho es que termine resolviendo con mi pipa. Este truco lo aprendía en San Francisco hace unos años, espero que les sirva por si alguna vez les toca.
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