Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por momentos de oscuridad, no importa la edad o el sexo que tengamos, mucho menos nacionalidad o raza. Esto es algo que nos ha afectado a todos. Quien diga que nunca se ha visto afectado por algún momento de oscuridad, pues, nos miente. Obviamente yo no soy la excepción a esto. De hecho, he pasado muchísimos momentos de oscuridad a lo largo de mi vida, unos más intensos que otros... pero siempre he logrado salir de allí -así como sé que muchos de ustedes también lo han hecho-. Yo sé que las causas que nos llevan a padecer esta "oscuridad" pueden ser diversas, no a todos nos llegan estos momentos por las mismas razones, pero hoy, quiero compartir con ustedes algunas de las técnicas o herramientas que me han ayudado a mí y también a conocidos a salir de allí.

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Son herramientas que podemos aplicar todos y que sea cual sea el motivo que nos lleva a ese momento de oscuridad, yo sé que les pueden servir. Al menos vale la pena intentarlo ¿no? Al compartir con ustedes estas técnicas no solo quiero hablarles como un usuario que se encuentra tras una computadora. Quiero hablarles como psicóloga, amiga y sobre todo, como ser humano, como un ser humano que ha vivido estos momentos y que sabe lo duro que puede llegar a ser. Sin más que agregar, empezaré con algunos de mis consejos:

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Siente y acepta

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La idea es afrontar estos momentos oscuros. Combatirlos y poder salir victoriosos de ellos. Por eso, lo principal es aceptarlos, asumir lo que nos ocurre para luego poder entender el porqué nos ocurre. Si al contrario, solo los evadimos o los pasamos por alto, no encontraremos la verdadera causa y tarde o temprano, esto nos atormentara nuevamente. ¡Vamos a permitirnos sentir! El ser humano muchas veces teme a sus sentimientos o emociones, prefiere ocultarlas y evadirlas, y nada nos hace más daño que eso. Para salir de un momento oscuro, hay que permitirnos sentir y aceptar el porque estamos allí. Solo así podremos encontrar la salida al mismo.

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Actúa y no le temas al cambio

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Esta es fundamental y quiero explicar bien porqué. Si logramos aceptar y sentir lo que nos ocurre, seguramente habremos encontrado la causa de este momento oscuro. Ahora llego el momento de actuar, de trabajar en eso que nos atormenta y que nos genera tanta oscuridad. Hay que hacerle frente y cambiar lo que encontremos que esté mal en nuestra vida o al menos en ese momento determinado. Recordemos que el cambio es lo único constante en nuestras vidas. No podemos combatir con eso, así que temerle no nos ayuda mucho a evitarlo. En lugar de tenerle miedo a lo que pueda ocurrir al actuar para salir de la oscuridad... ¿Por qué no pensar en la luz que nos espera fuera? Veamos este momento de oscuridad como una caja que tiene nuestra mente atrapada, para sacar a nuestra mente de esta caja, hay que actuar, empezar a descifrar como abrirla sin importar lo que podamos encontrar dentro. Podemos pensar que nos puede asustar o disgustar lo que esté ahí, pero... ¿Y si en esa caja lo que nos aguarda es luz? ¿Ven? ¡Hay que actuar!

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Encuentra lo que te gusta

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Yo sé que en los momentos de la oscuridad es difícil ver lo que nos gusta de nosotros, de los demás, de nuestro entorno, de la vida... De todo, en realidad. Por eso, encontrar lo que nos gusta es un trabajo del día a día, no solo en momentos de oscuridad, sino a diario. Encuentra para ti al menos una cosa que te guste de ti, de tus amigos o familiares, del día, de la semana. Escribelo y guárdalo. Léelo cuando sientas que estas sumergido en la oscuridad, léelo cuando sientas que no estás teniendo un buen día. A veces estar sumergidos en un solo pensamiento negativo, no nos permite ver que en nuestro alrededor hay mucho más por lo cual agradecer. Entonces, es mejor llevar un pequeño diario de todo lo bueno que nos ocurre. Así sabremos que no todo siempre es malo y que hay más luz que oscuridad.

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Date una oportunidad o varias

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En la vida, solemos darle oportunidades a cantidad de personas. Hasta a personas que creemos que no merecen las mismas, pero aun así, decidimos hacer ese acto de fe. Entonces... ¿Por qué es tan difícil darnos oportunidades a nosotros mismos? ¿Por qué tratar a los demás mejor de los que nos tratamos a nosotros mismos en momentos difíciles? Les aseguro que todos hemos ayudado o aconsejado a algún amigo o familiar en un momento difícil, le hemos dado animo y lo hemos motivado... ¿Por qué no podemos hacer lo mismo por nosotros mismos? ¿Por qué no darnos una o varias oportunidades cuando algo no nos sale bien? ¿Cuando fallamos? ¿Cuando no cumplimos con nuestras propias expectativas? Si damos tantas oportunidades a los demás, quizás deberíamos darnos el doble a nosotros mismos. Sobre todo cuando creemos que todo va mal o que no somos capaces de nada. En momentos así, en esas situaciones que vuelven nuestro día a día más oscuro, es cuando más debemos apoyarnos y estar allí para nosotros mismos. ¡Lo merecemos!

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