Un detalle navideño
A punto de abrirse esa metafórica puerta solsticial que da la bienvenida al invierno, el mundo se prepara para ese gran acontecimiento, que sin duda es la Navidad.
Las calles se iluminan de luces y guirnaldas de colores y en las plazuelas más céntricas, enormes bolas o en su defecto, magníficos árboles se suman, con su carga simbólica a vivir unas fiestas, que si bien, por circunstancias, no son tan entrañables como antaño, no por ello deber ser óbice para perderlas el cariño que realmente arrastran y merecen.
Madrid, es una de las comunidades de España que más castigo está recibiendo por parte de esa endiablada pandemia que el mundo conoce como Covid-19.
Y sin embargo, a pesar de los pesares, a pesar de la tragedia, de las prohibiciones y de sabernos balanceándonos en la cuerda floja, todavía nos queda, más que el pataleo, el recurso de intentar vivir la Navidad con el mejor espíritu posible.
Al menos, este año tendremos en la retina imágenes bellas, que nos hagan olvidar, por un momento, el dramático infierno en el que vivimos.
Y de paso, por qué no, decir también aquello de: Feliz Navidad.
AVISO: Tanto el texto, como las fotografías que lo acompañan, son de mi exclusiva propiedad intelectual y por lo tanto, están sujetos a mis Derechos de Autor.
Hermosas fotos amigo juancar, es importante en estos días tan adversos saber apreciar esa belleza ornamental con las que las ciudades encaran estos días decembrinos, aunque parezca difícil, tenemos que seguir luchando para mantenernos sanos física y mentalmente y que termine de irse este año y vengan para todos tiempos mejores, un gran abrazo.
Pues claro que sí, estimado amigo. Cierto que no serán como las demás Navidades que hemos vivido, pero qué diablos, como se suele decir, al menos de parte de la indolencia, la vida sigue, no detiene su curso y hemos de habituarnos y continuar adelante con ella, nos depare lo que nos depare. Un fuerte abrazo