¡Que difícil decir Adiós!- Mi mejor amigo se ha ido de Venezuela 💔

Para nadie es un secreto la situación por la cual está atravesando mi país, tal vez en algunos medios de comunicación han sido reservados al respecto y otros han sido amarillistas; lo cierto del caso es que estamos viviendo actualmente el mayor % de éxodo de los venezolanos al exterior en búsqueda de seguridad, calidad de vida y bienestar social, por citar algunos ejemplos.

Esta vez fue me tocó despedir el día de ayer a mi mejor amigo Julio Pérez quien decidió iniciar un nuevo reto en su vida migrando a un hermoso país “Argentina”; la verdad él es un joven brillante, con unas ganas enormes de comerse el mundo y de aportar su granito de arena en la sociedad y se que en ese país le irá excelente.

El pasado 14 de diciembre del 2017 mi amigo me dio la noticia que se iba del país en una heladería conocida en Maracay y la verdad en ese momento me dio un escalofrío desagradable en el cuerpo, a pesar de ello traté de motivarlo por tan valiente decisión y de no demostrar la tristeza que sentía, por el hecho de pensar que ya no estaríamos juntos los tres chiflados (Omary, Julio y Yo)

Somos un equipo de tres integrantes, cada uno con personalidades características y diferentes, por ejemplo: Omary es la más tímida y nerviosa, pero con una mente más que brillante, tiene el Don de la mediación, por otra parte, Julio ha sido nuestro superhéroe y el hombre que nos representaba en cualquier lugar, con una capacidad increíble de retener información, y por ultimo a mí me tocó ser la “Extrovertida del equipo”, la que siempre hablaba primero, a la que no le daba miedo montarse en árboles a bajarle mangos y la que peleaba con cualquiera con ellos y por cualquier cosa jajajajaja. Tengo los recuerdos más hermosos de mis estudios universitarios gracias a ellos.

La nostalgia invadió mi espíritu el 07/01/2018 cuando le di el ultimo abrazo a mi amigo (por ahora), ya que con él y Omary conocí que la amistad no distingue entre color, sexo, raza, status social, y afines, tampoco envejece con el tiempo, al contrario se renueva al pasar de los años, la amistad se construye día a día, es como una planta que quieres que florezca o de frutos (y hago la analogía con la plantas porque las amo) debes cuidarla, regalarla, darle amor, serle fiel pero por sobre todo respetar su espacio, entender que no todos somos iguales y encontrar el equilibrio en las formas de pensar fue nuestro mayor reto, pero luego de 9 años lo conseguimos, engranamos como lo hacen los muñones de un reductor y por ello cada día estábamos más unidos que nunca.

Desde el día en el que nos conocimos cuando fuimos a presentar la prueba interna de la UCV quedamos en contacto y desde entonces lo demás es historia, ya que juntos cursamos toda la carrera de Ingeniería de Procesos en la UCV, superando tantas adversidades, eran más las horas que pasaba con ellos estudiando que con mi propia familia, para mí son más que amigos, los considero los hermanos que Dios me permitido conocer en esta vida y a pesar de nuestras diferencias hemos sabido llevar a cabo nuestra amistad, con respeto, tolerancia, compresión, lealtad y amor.

Los padres de Julio y Omary para mí son parte de mi familia, tanto así que hasta el día de hoy les pido la bendición. Lamentablemente por situaciones ajenas a nuestra voluntad este equipo se tuvo que separar físicamente pero aun así seguiremos más unidos que nunca (GRACIAS A LOS QUE INVENTARON LA TECNOLOGÍA). Mi fe está puesta en Dios y lo único que deseo es volvernos a encontrar.