Escribí en tu post:
Me ha gustado tu ensayo, @cristiancaicedo. Además de estar muy bien escrito y sustentado, tratas un tema central para mí -la duda. la incertidumbre- . En algunos momentos he hablado sobre ella de modo directo, como en mi trabajo sobre uno de los libros del poeta venezolano Armando Rojas Guardia, y en mi poesía suele brotar. A veces he discutido con algunas personas que identifican escepticismo con pesimismo, lo que no es cierto en lo filosófico. Un autor que me introdujo en la duda como método de pensamiento (más allá de Descartes) fue Michel de Montaigne, el padre del ensayo, precisamente en sus ensayos.. La cita que hace de ese comediante me parece muy atinada: creo que la duda no se aviene con la arrogancia y la soberbia; es como su contraria (casi) antagónica.
Luego me contenta que traigas a un autor que estimo mucho, aunque no lo he podido leer todo lo que hubiera querido (por esas limitaciones económicas y de acceso a libros que hemos tenido en Venezuela desde hace más de 15 años). Hay dos libros de Amos Oz por los que tengo especial afecto: No digas Noche, y El mismo mar; este particularmente. Cuando lo leí hace varios años me sentí tan identificado con su tipo de escritura entre el poema, el relato y el ensayo, y con esa visión del hombre y escritor que lo impregna. Lo tengo muy subrayado, y ahora me permito extraer uno de esos destacados: "Hay que llamar a las cosas por su nombre / o por otro nombre que les infunda una nueva luz / o que, a veces, les dé sombra".
Gracias por tu post. Saludos.