Los lamentos del puente macabro

Fuente: http://themixblogcrazy.blogspot.com.ar/2014_01_01_archive.html

Un viajero nocturno se desplazaba por la carretera, el viaje era muy tranquilo, para matar el aburrimiento encendió la radio, sintonizo un canal donde hablaba un pastor y su promesa de la vida eterna, el viajero hacía pocos días había cobrado su sueldo donde tuvo que realizar el diezmo a la iglesia, estaba muy indignado con esta situación, por poco no ve a una mujer que caminaba por el costado de la autopista.

La joven hacia dedo para que la llevaran, el viajero freno el auto por la velocidad que llevaba pudo parar varios metros más delante de la joven mujer.

La joven se acercó al auto y pidió que por favor la llevaran, el hombre respondió.

¡Cómo se te ocurre andar sola por estos lugares con el frio que hace! Dijo el conductor muy exaltado

¡Por poco te llevo por delante!

Muchas Gracias señor por parar, lo que pasa es que deje solo a mi bebe en mi casa, se me ha hecho tarde, llevo caminado más de una hora y la verdad nadie quiso parar, Ud. es la única persona considerada, dijo la joven.

Está bien no te preocupes, quédate tranquila que yo te llevo hasta tu casa, no importa si me tengo que desviar del camino, contesto el hombre.

El viajero no acostumbraba a levantar persona en la ruta, pero dio la casualidad que venía escuchando al pastor hablar de la bondad y la misericordia, quizás por eso se apiado de esta joven, más se consterno al ver su cara de preocupada diciendo que su bebe la esperaba.

¡Cómo te llamas! Mi nombre es John, como sales tan desabrigada en esta noche tan fría, dijo el viajero tratando de entablar una conversación

¡Hola como estas!, soy Rebeca. La verdad se me paso la hora, no tenía previsto volver tan tarde, no estoy lejos de mi hogar, quizás unos cinco kilómetros, tenemos que llegar al próximo puente, ahí me está esperando mi bebe, contesto la joven.

John manejaba en silencio, miraba a la joven y se preguntaba en silencio que edad tendría esta muchacha, no parecía tener más de catorce años y ya era mama, en dos ocasiones nombro a su bebe, el silencio era incomodo pero no sabía que tema tocar, la joven era muy callada, cada vez que la miraba ella sonreía agradecida por el aventón.

Miraba a la joven y llamaba su atención su forma antigua de vestir, quizás debe ser de alguna congregación Amish, decía para su interior, parecía vestida de dama antigua por su vestimenta del siglo anterior.

El silencio era incómodo para los dos, ninguno sacaba un tema de conversación, que tema podrá interesar a esta chiquilla, decía el viajero, cuando estaba a punto de sacar un tema para conversar, la joven dijo.

¡Acá está bien! Dijo la muchacha al acercarse al puente.

Cuando quiso reaccionar el viajero para frenar no fue necesario, al tocar la primera rueda el puente, el auto se apagó automáticamente, dejo de funcionar, las luces se apagaron, la radio y el motor del auto, John trataba de poner en marcha el auto, pero era imposible, estando en ese trámite de encender el auto, escucho algo a su derecha.

El silencio era abrumador, no había indicio de vida en el lugar, los ruidos nocturnos, las aves nocheras, el rugido del viento, los arboles sin vida, no se movía ni una hoja.

Bajo las ventanillas para ver y oír mejor comprobando un silencio absoluto, se volvió en si mirando a su derecha y vio que la joven había descendido del auto.

Esto llamo más su atención, como pudo suceder, ni siquiera escucho cuando se abrió o se cerró las puertas del copiloto, lo más raro era que la joven se fue sin despedirse, parecía una joven bien educada y gentil.

En un momento comenzó a escuchar el llanto muy intenso de un bebe, cada minuto que pasaba se escuchaba más fuerte, el bullicioso llanto venia debajo del puente, John al escuchar llorar muy fuerte al bebe llego a pensar que se encontraría enfermo, vaya a saber que le pudo suceder todo este tiempo que estuvo solo descuidado, dijo el viajero

John tomo coraje y se dirigió en la dirección del llanto, comenzó a descender por un costado del puente, su intención era comprobar que él bebe estuviera bien, quizás estaba enfermo y debía llevarla y acompañarla a Rebeca hasta el hospital más cercano.

Descendió hasta la costa del rio guiado por los sonidos del llanto, no podía ver nada pero cada vez se escuchaba más cerca el llanto del bebe, camino unos metros más y no veía nada, ahora parecía que el llanto salía de las aguas del rio, comenzó a mirar las aguas del rio y sintió una presencia detrás suyo, algo helado, esto provocó que su piel se pusiera como de gallina, un escalofrío recorrió sus espalda, notaba una presencia, como cuando alguien te mira desde lejos, sintió que lo observaban de arriba el puente, lentamente levanto su cabeza para ver quien lo miraba, al ver se mareo y cayó al suelo de espalda, abrió los ojos y pudo ver el cuerpo de Rebeca colgada del puente, parecía estar muerta hace varios días.


Fuente: http://www.nuevamentes.net/2016/04/tres-leyendas-urbanas-paranormales-que.html

John estaba murto de miedo y duro de espanto, no atinaba ni siquiera a pestañear veía la mirada fría del cuerpo muerto de Rebeca, pero lo peor estaba por llegar, el cuerpo se comenzó a mover, levanto el brazo derecho y señalaba en dirección a las aguas del rio, con mucho temor giro su cabeza en dirección al rio y ahí pudo ver el cuerpo de un niño pequeño flotando en las aguas del rio, los llantos del niño continuaba con mayor intensidad.

Ahora no tenía miedo, tenía pánico, sin saber cómo se levantó y comenzó a correr cuesta arriba, llego a su auto, quería poner en marcha y el auto no arrancaba, se bajó y de la desesperación comenzó a empujar el auto.


Fuente: http://momentaneafoto.com/2013/01/de-rally-nocturno/

Los llanto del bebe cada vez eran más fuerte y a hora se agregaron los llantos de lamentos de la joven, el miedo era paralizante, saco fuerza vaya a saber de dónde y comenzó a mover el auto por sobre el puente, apenas paso todas las ruedas el puente el auto se encendió solo como producto de magia, subió a su auto y huyó despavorido de los lamentos del puente macabro.

Fuente: http://www.leyendas-urbanas.com/el-puente-de-los-lamentos/



Te espero mañana para disfrutar de otro relato de mi tierra Corrientes.

José Luis Fernández
Corrientes Argentina

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