El empezó a crecer de manera impresionante, era un tipo flaco con ropas roídas, y un gran sombrero negro, creció hasta que monto su pie sobre una casa.

Fue en una noche de Julio de 1982, mi madre tuvo que salir a trabajar, para poder lograr el dinero para el sustento de la familia, como a las ocho de la noche comenzó a llover, hacia frio y era una noche extraña, comenzaba a formarse una neblina algo espesa y hasta tenebrosa.

Mis hermanas empezaron a bromear diciendo que veían algo en la neblina, y de repente daban un salto y gritaban.

Estuvieron así por un rato, y se hizo más tarde, ya eran las once de la noche (11:00 PM), y ellas les encantaba ver televisión a esa hora porque pasaban programas de susto.

Me invitaron a ver un programa y como no siempre estábamos solo a esa hora, y a mí siempre me mandaban a dormir temprano, me pareció bueno de su parte la invitación, nos pusimos a ver un programa sobre vampiros, era más de suspenso que terror, a veces, me asustaban de repente haciéndome saltar del sofá.

Yo Salí y me pare afuera en el muro de la casa, la luna iluminaba de forma misteriosa a la neblina que se hacía en el barrio y mis hermanas salieron a animarme que solo era una broma, de repente…

Comenzamos a oír, relinchos de caballo y su trote sobre el pavimento nos pareció muy raro pero, la curiosidad pudo más que el miedo, y de la neblina en la calle un carruaje, con caballos negros con ojos de fuego, el que montaba en el carruaje miro hacia arriba donde estábamos y nos señaló que miráramos a adelante, y sin pensarlo todos miramos, y un hombre flaco con ropas viejas y un gran sombrero se levantó dónde estaba sentado y comenzó a crecer de manera impresionante, gritaba y gritaba, pero esos gritos se nos metía en el cerebro, eran gritos insoportables de dolor, creció y creció, hasta montar un pie sobre una casa abajo, de pronto se volteo dejando ver su rostro cadavérico y no tenía ojos sino los agujeros, grito y estirando sus manos se nos abalanzo encima a los tres, gritando, teníamos la piel helada, yo temblaba mis hermanas me abrazaron caímos al suelo y…..

No supe nada mas de mí, solo que los tres despertamos en el suelo frio del patio aun llenos de sudor, ya eran las seis de la mañana, y solo por unos rasguños que teníamos los tres en la espalda, no supimos que paso.

Llego mamá, y solo decidimos guardar el secreto de lo que nos pasó una noche de Julio de 1982.