Al cambiar de luz el semáforo
En Venezuela vivimos todos; -en su mayoría-, buscando. Ya no basta ser la apuesta de vida que por años construimos. Véase que aquí en nuestra nación hay médicos que apenas comen, hay científicos que no lo hacen, sin contar los otros millones que no lo hacemos. Ya no necesitas ser alguien para comer, el igualitarismo premia la nada.
Los venezolanos andamos en la búsqueda, esculcando; y por mucho esfuerzo que haga para descubrir que hay dentro de esa ventana, una caja de esperanza, el semáforo cambia de luz más rápido que antes, y simplemente nos queda el sol, nos queda el asfalto, nos queda el peligro; y yo.
Al bajar la ventana. se nos va el aire fresco, el que apenas pudo tocar el brazo, allí también se nos va la indiferencia; aquella de la caja que rueda y se esconde para no padecer de filantropía. Se nos va quien será juzgado como culpable por no dar la mano.
A veces me cuestiono si deberíamos seguir buscando y si valdría la pena hacerlo. De repente mi humilde reflexión me dirá que nos corresponderá hacer. Mientras tanto, regresemos a la acera a mirar pasar los vehículos, o, intentemos pegar el rostro frente al mundo, y miremos por el vidrio oscuro que esconde la mano que modela al otro, abriendo antes de que la luz verde llegue.
Aunque sugiero que debemos avanzar todos juntos, al cambiar de luz el semáforo.
Escrito por Jhon A. Romero.-