El enigma de Baphomet (130)
Me contestó el cochero después de haber picado en el anzuelo que yo le había lanzado, y habiendo creído que yo estaba metido en sus asuntos, se apeó sin soltar los ramales del caballo:
—Se llama Gabriela —sonrió diciendo—; tiene quince años y ya es un ama diligente, meticulosa, perfecta para todas las labores de la casa.
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No me hizo falta más: ¡Eran tratantes de barraganas!
El cochero levantó la cortina y dijo elevando el tono:
—Baja... Gabriela, y saluda a los señores curas.
La moza era ágil y lozana. Al agacharse para salir entre las cortinas se dejó ver en el escote una abultada pechera.
Los dos curillas no pudieron meter baza. Se vieron avergonzados. No sabían dónde meterse sobre todo cuando habló la moza, pero tuvieron que seguir como pudieron:
Dijo Gabriela:
—A su servicio — dirigiéndose a nosotros con una inclinación de rodilla recién aprendida. Lo deduje por lo patosa que se mostraba: se le olvidó tomar las sayas con las pinzas de los dedos y lo hizo a destiempo, cuando ya estaba erguida.
Yo me adelanté:
—Al servicio de los señores curas, que yo solamente soy, también, su sirviente para guardarlos y defenderlos de los salteadores de caminos. —Al mismo tiempo que se lo decía, echaba ambas manos a sendas dagas.
Me dirigí a los curas que no salían de una sorpresa para entrar en otra:
—¿No se presentan ustedes a la doncella?
No estaban acostumbrados a un requerimiento como ese. Ninguno de sus feligreses se hubiera atrevido a formulárselo. Tenían el poder sobre las almas por ser presbíteros y nadie los contrariaba.
El más dispuesto sonrió forzado presentando al compañero como si de una liturgia oficial se tratara:
—El señor don Juan Ruiz de Alcalá de Benu-Said, que por sus merecimientos y no por ser sobrino del obispo será nombrado, bien pronto, Arcipreste de Hita o de Cuenca, según noticias seguras del archidiaconado; y antes de los cuarenta y cinco años, seguro que llegará a ser arzobispo de Sevilla o de otra plaza importante que se reconquiste por Andalucía. Componedor de sílabas contadas en hexámetros y otras estrofas latinas. Bachiller aprovechado en el escritorio y escuelas de Toledo.
Cuando terminó la perorata continuó Juan Ruiz de Alcalá de Benu-Said haciendo una leve y refinada reverencia:
—Solamente algunas letrillas sin importancia y cantigas a Santa María, humilde imitador del Rey Alfonso, pero escritas no en gallego sino en castellano. Aquí — señaló a su compañero con la mano grandísima y blanca por debajo de la capa negra—: don Ginés de Zúñiga y Mendoza, el archipresbíter más joven de todo el reino.
Parece que se trata de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, autor de "El libro de Buen Amor", en sus primeros años de sacerdote.
Pues sí, eso parece
Tiene Un Gran Misterio; Sobre los Baphomet; he investigado y es una cultura que Tiene que ver con lo Demonios y el Cristianismo de la Edad Medieval. Muy Estudiada essa Epoca y Tiene Muchas Peliculas..
cierto