El conocimiento y la consciencia; uno lleva al otro. A cortos pasos o zancadas, tarde o temprano un destello de revelación llega a cada uno de nosotros respecto a algo.

Estamos atrapados en rutinas, no sólo de trabajo, de conducta, de adicciones, de miedos y anhelos. Vivimos en cuevas y nos gusta sentirnos seguros, pero a veces esa inconsciente repetición de actividades nos daña más que un viaje salvaje. Entre cada pequeña acción que realizamos día con día también se esconden nuestros más sucios y vergonzosos hábitos. Y sólo cada uno de nosotros sabe de ello.

Sedentarios o nómadas, nadie se salva de la rutina, de la famosa zona de confort, de la depresión o la ansiedad. Y aún así, aceptando esta premisa, dicen algunos que hay un par de antídotos que nos salvan de nosotros mismos: la filosofía, el arte, las matemáticas o la ciencia...

La percepción

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La cantidad de conocimiento acumulado y documentado a través de generaciones de humanos es tanto que nadie aún ha llegado a conocerlo todo en una vida. Sin embargo, cada vez se puede aprender más rápido con los métodos y herramientas disponibles.

Cada quien nace en circunstancias impuestas, con educación familiar que no elegimos por decisión propia y eso puede ser una ventaja para despertar nuestro pensamiento crítico o la probabilidad de vivir una mejor experiencia de vida o lo contrario: una desventaja.

Es por eso que una manera de poder superar cualquier barrera circunstancial, evitar errores y madurar más rápido es aprovechando el conocimiento disponible para aumentar nuestra percepción, pues la percepción es la forma en la que el cerebro detecta las sensaciones que recibe a través de los sentidos para formar una impresión consciente de la realidad física de su entorno (interpretación).1.

Ver el aprendizaje como una aventura el lugar de una tarea laboriosa

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Concientizando la cantidad de información disponible, lo rápido que avanzan las mentes despiertas y lo poco que nuestro cuerpo humano soporta de vida, aprender más rápido y ver esta actividad como prioridad y hábito primordial puede salvarnos incluso de nuestros propios errores.

¿Cómo saber si estas en lo incorrecto, si ni siquiera estás consciente de qué método usar para saber si estas en lo incorrecto?

Independientemente de la rutina, de las circunstancias, el procurar nuestra percepción con salud, constante aprendizaje, sociabilidad y otros factores que la ayudan es la única constante que podría ayudarnos a tener el autodominio de salir o volver a entrar a una zona de confort.

Leyendo estas palabras y tratando de entenderlas puede ser el inicio de una aventura, el principio de aceptar ver el aprendizaje como un camino y no como una meta, no como algo doloroso, sino como una medicina.

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