La hoja de cerezo

La calle adoquinada por un sin fin de piedras que siendo rusticas parecían ser delicadas; con la luz de los faroles y de la luna resplandecía ligeramente.

Foto de Javi lorbada en Unsplash

Las personas caminaban disfrutando del sereno de la noche, algunos reían, otros amaban con miradas, otros escuchaban a unos metros a un niño llamado Mateo; su voz adormecía y fascinaba a los que se proponían escucharlo otros solo apartaban la vista para no ver la situación precaria en la que se encontraba mientras rasgaba los acordes de su cuatro, tenia 9 años de edad nueve y medio le gustaba decir, se encontraba de pie en una esquina con los ojos cerrados por un momento cantando con cada poro de su piel... Delgado rozando el limite con lo desnutrido llevaba un mes usando la misma muda de ropa, estaba empezando a estirar sus huesos crecía seria alto algún día. Lo veía desde arriba era mi cosa favorita en el mundo, como un ser tan simple poseía una majestuosa voz y un alma pura. Yo solía soplar las ramas de los arboles de cerezo suavemente y algunas hojas caían a su alrededor algunas, pensé, se daría cuenta de que se convertían en centavos pero el destello se iba y el momento pasaba si se fijaba nunca dijo nada. Me gustaba volar de espalda por la plaza mientras el entonaba:

"Así es como se enamora tu corazón con el mio"

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A el se acercaban 3 jóvenes, parecían tener alrededor de 20 años de edad. Lo estaban fastidiando se notaba, le pedían dinero o eso prefiero decir la verdad era que lo empujaron y forcejearon para quitarle el envase donde tenia mayormente los centavos que había mecido del árbol, chasquee los dedos justamente cuando producto del jaleo el envase cayo al suelo de el solo salían ahora hojas de cerezo bailando en el aire una milésima de segundo antes de tocar el asfalto. Uno de los sujetos molesto alcoholizado, loco de ira y humillación por el truco lo zarandeo.

-Donde esta el maldito dinero!- dijo airado el mas alto

Los glóbulos del niño estaban desorbitados, donde estaban todos los centavos? pude ver como su rostro reflejo esa pregunta no expresada. -Yo-yo yo no lo se estaba ahí- dijo a su vez Mateo.

El joven alto fue jalado por sus secuaces cuando se percataron de que quería sacar su arma, fue abandonado por los mismos al ver que no podían evitarlo, cobardes fue lo que paso por mi mente. Me sostuve del cerezo y me acercaba lentamente hacia adelante hacia la punta de una rama mirando con atención, vi sus intenciones y arranque cuatro hojas del árbol y descendí hacia el en una fracción de segundos, nadie me veía, nadie nunca puede verme, sin mas enfrente del joven lance una hoja que se convirtió en un soplido casi imperceptible. Accionó el arma al momento y la bala se evaporo daba la impresión de que se había encasquillado. Volvió a accionar mientras gritaba dos veces mas, dos veces volví a lanzar las hojas a Mateo que estaba en shock al borde de las lagrimas. Nunca salio una bala de allí. El hombre molesto todavía le propina un golpe con la culata del arma en la frente.

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Mateo cayo, la gente corría algunos se alejaban del lugar otros se acercaban a mirar, mientras aquel hombre huía. Una señora mayor se acerco a Mateo tomo su muñeca y coloco sus dedos para sentir su pulso... Pero no sintió nada, lo note cuando lo vi a unos 5 metros de su cuerpo levitando atontado. La mujer cambio a su cuello directo a su carótida, Ni un pulso, ella con pesar y humillación tomo algunos de los centavos caídos cerca del chico y antes de levantarse una lagrima corría en su mejilla, se persignó y se marcho pesadamente diciendo - Paz a su alma.

Una hoja todavía me quedaba. No había comprobado sus funciones. De mis lagrimas saque una gota con aquella hoja y mire mi pecho cubierto por mi vestido blanco un sentimiento rosado como esencia florecía de el lo tome entre mis dedos y jale suavemente, sentía el dolor que una vez pude sentir, pensé que ya no sentía nada. A la hoja le hice un lazo apretado y lo sople lentamente para colocarlo en su mano que yo misma cerré. Así en el suelo lo abrece sin poder tocar realmente sus delgados brazos y cante por primera vez en mucho tiempo " Así es como se enamora... " la gente comenzó a sacudir sus narices y a llorar por el niño que yacía en el suelo, el abrió sus ojos y susurro "tu corazón con el mio" se levanto tambaleante y se fue tomo su cuatro sin recordar ni una palabra de lo susurrado pero yo siempre lo recordaría, una madre nunca olvida a su hijo.

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Mateo se fue y en el camino recordó el forcejeo y enojado grito; golpeo una, dos veces contra el pavimento astillando con cada golpe el cuatro, su llanto desgarrador lleno de impotencia, atrapado en una calle solitaria, golpeo una tercera vez triste, enojado, impotente... sus hermanos menores los esperaban debajo del puente con un techo de cartón, hace un año su padre apostador y bebedor se suicido luego de ver que no podía proveer alimentos a su familia y que en unos meses perderían la casa; viendo que su mujer había sido asesinada por un maleante que intentaba robarle un bolso de comida para sus niños... Mateo, Mati el pequeño con su tercer golpe rompió el cuatro y las cuerdas se reventaron.

Desolado decidió volver con sus hermanos pero sintiéndose aun peor pues había destruido su único y escaso sustento. Paseo su vista y recogió los fragmentos desperdigados, encontró entre ellos una carta y a unos centímetros un medallón plateado decidió abrir este ultimo porque el recordó... era de su madre tenia una foto dentro de ella y sus tres hijos, se lo coloco llorando aun mas y abrió la carta de su madre, ella anticipo que algún día necesitarían dinero ya que el borracho de su marido todo lo gastaba en bebidas y apuestas, había decidido esconderlo en el cuatro; eran unos 2000$ junto con un papel que decía que ella heredaba el dinero de la casa de sus abuelos adinerados anexado a el numero de emergencia de su amiga del alma, todo esto pasaba ahora a manos de sus hijos... Mateo lloroso volvió con sus hermanos...

Gracias - dijo al aire sonriendo y llorando tan raro como luce la escena de un niño moribundo lleno de sangre en su camiseta y frente.
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Un gran abrazo y gracias por leer mis escritos, la verdad es que son los únicos que lo llegaran a leer. No olvides dejar un comentario si te ha gustado el articulo o si tienes alguna critica constructiva para mi.