Un Domingo por la tarde en el campo
Creo que momentos como aquellos no ocurrirán del igual modo para disfrutar un rato pescando y cazando por la tarde en campo lejos de la ciudad y la comunicación, que resulta el sitio perfecto para distraer la mente de los libros o el arduo trabajo de la semana disfrutando con los amigos.
El ambiente es bastante árido además de tranquilo y caluroso como para colocarse debajo de un árbol viejo para conseguir el sueño profundo. El cactus como el pasto medio seco son el complemento perfecto de aquel lejano y caluroso ambiente.
Cuando se trata de los animales puede ver cruzar las serpientes o lagartijas por el camino, además de observar las aves como el gavilán o las garzas a la orilla del rio. Es sorprendente la cantidad de insectos que puedes capturar entre los árboles y arbustos silvestres.
Despues del almuerzo comenzamos el tranquilo momento para descansar y conversar mientras se espera la puesta del sol, que anuncien el final de la travesía en casa de Ligia; un hogar poco convencional hecho con madera y arcilla naranja como soporte, que genera de inmediato un fuerte interés por primera vez.
Luego de presenciar aquella caída del sol por las montañas recogemos y nos devolvemos por el largo camino de vuelta a casa, esperando otra ocasión para volver de nuevo.