Nueva realidad | Escritos de una mente desequilibrada XXXVII

Nunca pensé que lograría superar todo lo que pasaba en mi mente, todo lo mal que estaba mi cerebro y el mal que me hacía, el mal que me hacía hacerme a mí mismo. Pero después de meses de estar encerrado, cada vez más aislado de todo y todos, a un simple paso de dejar atrás la cordura, las cosas se solucionaron, un equipo de rescate estaba inspeccionando la zona en busca de supervivientes y fui el único que lo logró, los demás se asesinaron entre ellos, o simplemente se dejaron llevar por las maravillas que nuestra mente nos puede llegar a prometer cuando no tiene alguna forma de liberar todo lo que sucede en su interior, se aventuraron a salir de las cuatro paredes en las que estaban confinados desde hacía tanto tiempo y se adentraron en los mundos y realidades que cada uno crea para sí mismo. Yo estuve muy cerca de entrar en ese estado catatónico para nunca volver.

Un día antes de aislarnos totalmente había un rumor: todas las personas vivas o muertas que habían sido infectadas por la última cepa del virus se estaban convirtiendo en zombies, nadie lo creía, eso solo sucedía en las películas. Al menos eso pensamos todos hasta que todos los medios de comunicación dejaron de funcionar, después de días de esperar que volvieran ya nos estábamos resignando hasta que sucedió lo impensable, presenciamos con terror como una mujer que acababa de dar a luz en casa porque todas las carreteras estaban cerradas, caminaba agarrando a su bebé por un brazo como si fuera un muñeco mientras se comía el otro brazo. La escena fue suficiente para que la mitad perdiera la cordura y la otra mitad se aislará totalmente sin saber qué esperar del porvenir.

Mi rehabilitación fue mejor de lo que esperaba, después de un mes de ser rescatado ya estaba trabajando en la traducción y dispersión de la información necesaria a diferentes centros de rehabilitación y ciudades aisladas que lograron sobrevivir todo este tiempo. A pesar de los miles de millones de infectados que se convirtieron en zombies, las bajas en el resto de la humanidad no fueron tan dramáticos como se esperaba, solo un sesenta porciento de la humanidad dejó de serlo y el cuarenta porciento restante estuvo en ciudades aisladas por un año y medio, hasta que la situación cambió drásticamente otra vez y los aislados fueron los zombies y no nosotros, poco a poco el control sobre el mundo volvió a estar en nuestras manos, con lentitud nuestras vidas volvieron a ser la de antes, pero no por completo, seguía existiendo la amenaza de un nuevo brote que terminara con la existencia del resto de nosotros.

Se desarrollaron dos vacunas, la función de la primera era la inmunización contra el virus, podías estar tranquilo si ya la tenías y no tenías miedo de encontraré frente a frente con un infectado que pudiera arruinarte la vida. La función de la segunda era un poco más compleja y dependiendo de la situación su efecto era diferente, por ejemplo, si se le inyectaba a un zombie lo podías matar en menos de un minuto, pero su producción aún no era masiva así que eso estaba fuera de alcance; su uso más común y frecuente era el de inyectarse dentro de los primeros quince minutos de infección, pero había una cláusula, los zombies tenían un virus evolucionado así que la primera vacuna no siempre funcionaba, pero para que la segunda vacuna tuviera éxito no tenías que tener la primera o el efecto de las dos te mataría más rápido y dolorosamente que el virus de los zombies. Eso fue todo un dilema de vida durante los primeros dos años, después de que el aislamiento de los zombies fue un completo éxito la preocupación por la infección aún existía, pero dejar de ser el principal foco de atención, la humanidad tiene una gran adaptabilidad cuando se refiere a evitar pensar en los peligros que nos acechan en el exterior.

Hoy se cumplen siete años desde el inicio de todo esto, y me encuentro saliendo de un aeropuerto en París rumbo a la torre Eiffel dónde el director la ciudad me espera para iniciar con el recorrido por la ciudad, comenzando con una de las atracciones principales de la ciudad, si es tu primera vez de visita puedes subir a la torre Eiffel y puedes dispararle a los zombies que se encuentran afuera como método de diversión y recreación. Antes de todo esto ya sabía de lo que era capaz de hacer la humanidad con tal de divertirse y sentir placer, y esto solo confirma cada vez más ese pensamiento.

La seguridad está garantizada en todo el mundo, los nuevos brotes fueron detenidos, y los zombies son integrados cada vez más en la diversión y recreación de lo que queda de la humanidad, supongo que buscamos venganza por todo el tiempo que nos quitaron, por todas las personas cercanas que son parte de ellos, pero sobre todo estamos cumpliendo el deseo de asesinar y extinguir algo que nace con todos nosotros, porque ¿quién se puede resistir al placer de matar y no ser juzgado por hacerlo?

Esta es nuestra nueva realidad, espero que estén listos para ella.