Todo lo que la vista lograba ver era un paisaje totalmente blanco, cubierto por nieve muy alta producto de un frio invierno. Después de 2 horas de recorrido y a pocas horas de caer la noche, se escuchó un ruido que alertaba, que un caucho del vehículo donde nos trasladábamos se había roto.

Stephen el conductor del vehículo y residente de la zona, confirmó lo que sospechábamos, lo peor era que el caucho de repuesto estaba dañado, lo que significaba un gran problema, porque nos encontrábamos a dos horas de distancia en carro de cualquiera de los dos destinos probables.

Fueron los primeros minutos de angustia, que apenas empezábamos a vivir, pues lo peor estaba por llegar; fue totalmente inútil tratar de comunicarse con el papá de Stephen ya que no había cobertura, nos encontrábamos en el medio de la nada con mucho frio y empezaba a oscurecer.

Fue entonces cuando decidimos caminar de regreso a su casa, no había pasado ni 15 minutos cuando empezó a llover y el cielo se oscureció de tal forma que no podíamos ver nada, salimos corriendo y cuando empezamos a deslizarnos por el asfalto nos paramos; entonces vimos la figura de un hombre a lo lejos, pero la lluvia era tan fuerte y el frio tan intenso que no podíamos distinguir bien; le gritamos y nunca se detuvo.

Seguimos caminando y a medida que caminábamos se alejaba más, nunca pudimos acercarnos; hasta que fue entonces cuando vimos unas luces de automóvil y empezamos a gritar, temblábamos muy fuerte por el frio y la brisa, mis manos estaban frías y rojas, sentía que me desmayaba.

El carro que venía era el papa de Stephen, el señor Robert llegó y nos rescató, como pudimos nos montamos en el carro, temblaba mucho, menos mal el señor llevó mantas y nos acobijamos con ellas pero no nos calmamos hasta llegar a la casa y nos pudimos quitar la ropa mojada y tomar algo caliente y acercarnos a la chimenea.

Fue entonces cuando le preguntamos al Señor Robert que si había visto a un hombre que caminaba bajo la lluvia y el señor nos vio con asombro y nos dijo que no había visto a ningún hombre, lo que nos sorprendió mucho.

Después de dos días con fiebre pudimos retomar el tema y luego que le contamos con detalle lo que habíamos visto, él nos confesó que no era la primera vez que veían a una figura de un hombre en esa carretera pero que ninguna persona jamás se le había acercado, lo cierto es que todas las personas que lo habían visto habían estado en una situación de peligro o se había quedado accidentados en esa carretera, por eso los residentes dicen que esa figura aparece para ayudar a aquellos que están en peligro y guiarlos a un destino seguro.