NO HAY UN ADIOS -Capitulo I

Esta no la es, la verdad tampoco la deseo contar, deberías saber primero que todo, esta no es una historia donde la chica conoce al amor de su vida, no es la historia donde tengo el empleo soñado, ni siquiera donde consigo todo lo que deseo, pero comencemos desde ahora. Llámame Charlie,porque amo ese nombre, sin segundos nombres o apellidos, y comenzare a ser honesta con ustedes, también amo las mentiras, muy dentro como en la superficie de mi, también me odio, pero por estos segundos, pretenderemos que lo que nos rodean creen o te hacen creer que eres especial. Te dire esto, admiro a esas personas con instinto, debe ser fantástico presentir o quizás el saber que algo está a punto de golpearte, de verdad que lo admiro, padezco de instinto ya que vivo siendo golpeada y cayendo mil veces, no se como evitar que eso pase, supongo que es parte de mi , y ahora como puedo ser crudamente honesta con ustedes, al parecer también amo caer.

Mis Padres son como los jueces de X factor, y yo soy mas como un una serie española, no me malinterpreten, o si, pueden háganlo, me siento como de otro mundo dentro de mi familia, comencemos con mis hermanas, ellas desean encajar en todos lados, les gustan ser ejemplo a seguir, pero no me crean, este es mi lado de la historia. Hablemos de mi madre, es como un manicomio en una sola persona, un momento es una persona feliz, al otro no y así va todo, pero es el mejor ser humano que conozco, y supongo es triste, pero no conozco muchas personas así. No voy a entrar en detalle con los demás integrantes de sangre, eso sería hacerlos sufrir, simplemente comencemos. Mi celular suena, tengo dias buscandolo, el que suene quiere decir que no ha sido perdido, comienzo a buscar por toda mi habitación, suspiro al ver la hora en el reloj que me regaló mi mejor amigo como una broma, creo que tenía una intención oculta tras ese regalo, olvido por los momentos mi vago intento de buscar mi teléfono, tomo mi bolso y salgo a la ciudad, creerán que al vivir en un lugar por tantos años, te acostumbras al medio de transporte, pero no, todo empeora por aquí con los años.