Como balde de hielo al corazón. (La despedida)
Amigos de steemit, acá les traigo la tercera parte de mi historia, disculpen mi tardanza en publicarla, para aquellos que me leen y no conocen mi historia les recomiendo leer los otros dos capítulos, acá se los dejo.
Después de aquel momento en la habitación, fuimos hacia el terminal del mismo modo en el que nos dirigimos a la residencia, fue desde entonces donde me vi en la obligación de comentarle algo que sabía que no sería de su agrado, y la verdad es que al día siguiente yo tenía que hacer un viaje largo.
Recuerdo que eran las 10 am y aun estábamos en aquel terminal, de este modo le dije que nos dirigiéramos al Centro Comercial Parque Aragua que queda cerca, (como a 300 o 400 metros aproximadamente).
Mientras caminamos hablamos un poco.
_ ¡Hay algo que tengo que decirte!
*¡Aja dime!, ¿Qué pasa?
_ ¡Espero que esto que voy a decir no nos afecte en nada y que no sea motivo alguno para distanciarnos!
*¡No vale, no tendría porque pasar eso, además nos estamos conociendo, aunque admito que has hecho vivir en mi algo que yo nunca llegue a sentir!, pero dime ¿Acaso tienes pareja?
_ ¡No vale para nada!, ¡Bueno, lo que pasa es que mañana me tengo que ir de viaje!
*¿Y eso, para donde?
_ ¡Trujillo!
Fue desde entonces donde se apodero un silencio rotundo, ninguno lo podíamos romper, si no hasta que llegamos al centro comercial, que entramos a la panadería Marapan, de esta manera nos dirigimos a la cajera, yo por lo general suelo tomar Coca-Cola así que la pedí, por otro lado me supuse que quería tomar algo y le pregunte.
_ ¡Oye! ¿Quiere algo?
*¡SI, Coca-Cola igual!
Ambos salimos y tomamos una mesa donde pudimos conversar con tranquilidad un largo rato, de tal sentido hablamos libremente que era tanta la cantidad de gente que nos rodeaba y a ninguno nos importo, solo sé, que en aquel lugar solo existíamos los dos.
Tengo que aclarar que todo fue tan bello y a su vez tan triste, puesto que esta era una despedida de un hasta luego.
*¿Te vas mañana, pero regresas cuando?
_ ¡En Enero, que empiezo clases!
*¡Si eres dramático, te vas y regresas pronto, máximo duraras un mes lejos, así que te voy a esperar con ansias!
_ ¡Jajajaja! ¿Dramático yo? ¡Vale, es que me voy a ir tan pronto y la verdad es que quiero seguir compartiendo contigo, te quiero descubrir más!
*¡Jajaja igual yo!
_ ¡Tengo que decirte que ese beso fue el mejor de toda mi vida, me encanto!
*¿Jajaja de verdad?
_ ¡De pana! ¡Tus labios son tan suaves como el algodón!
*¡Ok gracias!
Ya eras casi las 12 del medio día así que nos dirigimos ambos al terminal nuevamente, puesto que tenía clase al igual que yo. De la misma manera nos pusimos de acuerdo para vernos al día siguiente en el terminal una hora antes de salir el Expreso Andino.
Pasan las horas y llega el momento en el que me tengo que ir a casa, tomo el transporte público que me deja a dos cuadra de la residencia, ya eran las 7 de la noche, así que lo primero que hago al llegar es la cena, mientras me ducho, al terminar me recuesto un rato para relajarme mientras chateamos.
Alisto la maleta y las cosas que me voy a llevar para el viaje, todo lo tuve listo ahora de las 10 pm, así que me acosté a descansar porque el viaje era largo y cansón.
Sonó la alarma a las 5am me levante monto el desayuno y el café mientras me alisto.
Al culminar tomo un taxi en la avenida para que me lleve al terminal.
Mi sorpresa el llegar es que ya estaba allí, me estaba esperando, eso fue motivo suficiente para alegrarme la mañana, camino muy despacio y con una sonrisa en mi rostro dije.
_ ¡Hola! ¿Cómo estás?
*¡Bien, gracias a Dios! ¿Y tú?
_ ¡Fino! ¡Me sorprende que estés aquí, como no escribiste ni nada!
*¡Te quería dar una sorpresa!
_ ¡Jajaja y vaya que me la diste!
*¡Toma para que te acuerdes de mi!
En ese momento saca de su bolsillo un bello anillo, que contenía plasmado el padre nuestro.
_ ¡Santo Cristo que bello, gracias, Y yo no te traje nada! ¿Me disculpas?
*¡Vale, tranquilo, pero me traes algo de allá!
_ ¡Jajaja, está bien lo hare!
Es increíble ver cómo pasa el tiempo de rápido cuando estas con alguien tan especial, puesto que a mí se me fue volando, en un abrir y cerrar de ojos ya el expreso estaba recogiendo a los pasajeros.
Al ver el bus mi corazón se acelero a tal sentido que lo sentía en la garganta, ninguno sabía que decir, fue desde entonces donde de un impulso me le acerque, le di un fuerte abrazo y dije un hasta luego.
No soy amante a las despedidas, así que me monte rápidamente y tome mi puesto, al encender el expreso me asome por la ventanilla y veo como nos alejamos lentamente, tengo que admitir que me llene de tristeza.
