Aprender a ser como la Naturaleza - Fotos Jardines TopoTepuy y Reflexión

¡Hola Steemians! El día de hoy quiero compartirles un lugar hermoso, que, si tienen la oportunidad de ir a Caracas-Venezuela, no pueden pasar por alto, y es el Jardín Ecológico TopoTepuy, es ideal para ver especies únicas en un habitad natural libre, como los colibríes, ver diversas especies de flores (entre ellas nuestra flor nacional, la orquídea) y despejarse de la ciudad en todo sentido. Pero la razón de ser de este post es admirar la naturaleza y aprender a ser un poco como ella y quise hacerlo con estas fotos porque el lugar, y lo que compartí ese día fueron únicas y especiales.

En esta segunda imagen pueden observar un colibrí, es mi ave favorita por su belleza y simbología. El colibrí simboliza muchos conceptos diferentes, debido a su velocidad, el colibrí se conoce como un mensajero, y guardián del tiempo. También tiene significados de amor, alegría y belleza. El colibrí es capaz de volar hacia atrás, y nos enseña que podemos recordar nuestro pasado, sin embargo, también nos enseña que tenemos que seguir adelante. Colibrí es una criatura que abre el corazón, significado de que, aunque el dolor nos haga cerrarlo, este tiene la oportunidad de sanar y ser libre de abrirse de nuevo.

La naturaleza es perfecta en su imperfección, así como el ser humano. Crecemos, evolucionamos, sentimos empatía y la vida nos hace ser resilientes. Cada vez es más común escuchar sobre la importancia de la resiliencia para alcanzar el bienestar e incluso la felicidad. Sin embargo, ¿de dónde surge el tema?, ¿la resiliencia existió incluso antes que la humanidad? Las respuestas podrían estar en el núcleo de la vida misma: la naturaleza. En 1973, el famosos ecologista Crawford Holling habló por primera vez de la resiliencia en la ecología, mientras buscaba comprender cómo es que los ecosistemas se automantienen y persisten frente a perturbaciones y cambios. El término apareció como un concepto que engloba la resistencia, el aprendizaje, la transformación, la adaptación y la renovación.

Acostumbrados a malos ratos dejamos de creer en lo que una vez fuimos, y olvidamos que hay flores en todas partes.

Esta última imagen es de una escultura que se encuentra en los jardines, en la cual podemos leer Carpe diem, locución latina que significa “vive el momento”. Como tal, es una frase atribuida al poeta Horacio (65-8 A.C.), quien, en el primer libro de las Odas, aconseja a su amiga Leucone: “Carpe diem, quam minimim credula postero”, que podemos traducir como: “Aprovecha el día de hoy; confía lo menos posible en el mañana” https://www.significados.com/carpe-diem/. También pueden observar en la imagen como el camino a “vivir ese momento” está lleno de piedras; y a veces nos cuesta entender que el problema no es la piedra, esa es su naturaleza, somos nosotros los que insistimos en enseñarle que no nos haga tropezar, en lugar de aprender a saltar.

Cada una de esas piedras alrededor forman una especie de laberinto, y quizá nos represente a cada uno de nosotros… complejos y complicados, pero que a la vez buscamos la simpleza de la felicidad, un amigo (@Johelconh) dijo: “en retrospectiva, las cosas pequeñas y que parecen rutinarias pero que te hacen feliz de verdad son lo que queda”, un buenos días al despertar, un beso al dormir, un gesto inesperado, ir al trabajo tomado de la mano de la persona que amamos, hablar con amigos mientras se toma un café, cada gesto pequeño que causa emociones incalculables, ¿Cómo no valorarlo, cómo ignorar nuestros buenos momentos por una piedra en el camino, o por miedo a tropezar?, puede ser miedo, o que probablemente no lo veamos por la prisa del día a día, porque como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante.

No nos privemos por miedo a lo que nos hace feliz, aprendamos que el único modo de protegernos es exponiéndonos; seamos como el colibrí al seguir adelante, porque si paramos nuestras alas se detendría nuestro corazón; que podamos adoptar la resiliencia de la naturaleza y sepamos que: somos como tierra fértil, ese lugar en el que la vida siempre podrá volver a surgir aun después de un incendio devastador. Que vivas tu momento y aprendas a valorar los gestos pequeños y las grandes personas. Que el lugar más oscuro que encuentres sea el escenario que veas al parpadear.