Historias en la mar
La hermosa Anat
Muchas veces se piensa que solo lo real es lo que vemos, sentimos y podemos palpar, pero olvidamos que existe todo un universo más allá de nuestros ojos, lo intangible, algo que es sumamente real.
En una Venezuela bohemia y progresista, un grupo de tres amigos conformado por científicos exploradores.
-por así decirlo-
El Dr Smith ingeniero, el ilustre físico Muttach y el famoso y más joven Sr. Berman, biólogo marino. El Dr Smith era un hombre alto y esbelto con un peculiar carácter entre seriedad y carisma, el más querido entre sus seguidores, mientras que Muttach se caracterizaba por ser un hombre callado y selectivo entre sus compañeros. El más joven y famoso Berman amaba su oficio tanto como una madre a su hijo, era un hombre dedicado y entregado a la ciencia, investigación, amante de esos fenómenos parafísicos que coexisten entre nosotros.
Estos ilustres se dedicaban a explorar lugares donde a otros científicos les parecía antitético visitar debido a sus vastas leyendas y mitos, como fue el caso de este lugar que llamarían “El triangulo del diablo”.
Ancestrales tierras inundan de curiosidad las mentes de aquellos muchachos quienes declaran el lugar propicio para todo aquel que busca respuestas a lo inexplicable, un viaje exclusivo para los amantes de la aventura y la fantasía. En ella existían innumerables seres destacados por su rareza, en especial una criatura prehistórica que posteriormente llamarían “Fastlow” debido a su gran tamaño con una enorme mandíbula, dientes y cola, que podía devorar cualquier cosa en segundos, desde grandes barcos .
Estos tres amigos decidieron un día emprender el viaje esta vez mucho más allá de los límites territoriales, a un ambiente sumamente hostil, alta mar, de esta manera comenzaron un viaje que cambiaría sus vidas por completo. Por cuenta propia, dispusieron ir tras las sirenas del “Mar del Diablo” rentaron un barco de exploración con una eslora no mayor a cien metros de longitud, equipado con los más modernos artefactos de exploración para ese entonces.
Mientras se adentraban en las turbias aguas del pacifico el ambiente se tornaba húmedo, sofocante, apoteósico, con una espesa neblina esparcida por el lugar que impedía navegar sus aguas. Iban pasando los días y no salían del mismo lugar, el viento tampoco soplaba, la comida cada vez era menos. A medida que se acercaban al Mar del Diablo les daba más sed, el agua era cada vez más oscura. Trabajaban con suma responsabilidad la distribución de los pocos alimentos que les quedaban.
Debido a todo lo que había ocurrido comenzaron a tener conflictos sobre cómo llegar o realizar estudios. El Dr Smith se volvía más egocéntrico, quería tener el control de la misión, y hasta de sus propios compañeros, el físico Muttach más ensimismado que nunca y el joven Berman, más obsesionado con la idea de encontrar el misterio en aquel mar. Parecía que el ambiente empezaba a alterar sus emociones y pensamientos hasta llegar a la locura.
Una de esas noches el joven Berman salió a tomar muestras de aquella agua tan misteriosa, cuando de repente vio un brillo en el fondo, ya desesperado muerto de sed y hambre se abalanzó sobre ella. Lo próximo que recuerda es que sus compañeros lo estaban sacando del agua casi ahogado. Volviendo en sí recordó lo que había visto dentro de ella y relató:
Vi a una criatura semejante a una mujer, era bioluminiscente, tenía tentáculos en vez de piernas. Cerró mis ojos con sus manos y de repente ya no sentí más hambre ni sed. ¡Miren! ¡Las ronchas y picaduras de mosquitos están curadas! Mis labios no están resecos y de alguna forma no siento debilidad alguna.
A lo que el Dr Smith respondió soberbio:
Eso que dices no es cierto, ni Muttach ni yo hemos visto luz alguna, esta zona es solo de peces carnívoros de agua dulce. Te has lanzado por desesperación, me parece que empiezas a alucinar debido al hambre y la humedad.
Muttach ingenioso, se preparó para pescar. Berman describía una criatura que jamás había escuchado hablar, ni siquiera de las tantas tribus que vivían por la zona.
Así pasaban los días, pero no lograban nada más. Desesperado y muerto de curiosidad, el Dr Smith una de esas largas noches entró al agua. Sin ver nada, trató de salir pero no podía. En eso, una fuerza se apoderó de su cuerpo y sintió cómo se adentraba hacia las profundidades hasta perder en conocimiento. Inconsciente escuchó la voz de una mujer decirle:
-Te llevaré conmigo o dame a otro humano y tendrás todo lo que siempre quisiste tener-.
Dr Smith:
Dr Smith:
-¿Porque quieres un humano?-
Ella respondió:
Los humanos son criaturas fascinantes, tienen una energía potencial, un colorido especial en sus emociones, infinitas como sus pensamientos, ambiguos por naturaleza, pueden ser buenos y al mismo tiempo ser tan malos... Yo, Anat, dueña de este Mar, no puedo tener esos colores, solo los veo en ustedes.
Mientras lo jalaba más y más, el Dr. le dijo suplicando:
-¡Está bien! Te daré a un humano, por favor ¡déjame ir! -
Cuando por fin pudo salir le contó a sus compañeros lo ocurrido, discutieron todo el día quién iría tras el monstruo que acabaría con la vida de uno de ellos. Tenían que decidirlo pronto, el mar estaba sacando lo peor de cada uno, si no, todos terminarían muertos o consumidos por el mar.
Cuando llegó la noche, el Dr. Smith trató de empujar a Muttach, éste respondió ahorcándolo, cuando de repente Berman sin previo aviso se lanzó al agua y la criatura saltó para atraparlo, rodeando su cuerpo con sus largos tentáculos y sumergiéndose hacia las profundidades. El silencio inundó la escena ante la inesperada decisión del más joven del grupo. Quedaron impresionados por esto.
Cuando volvieron al timón para seguir la derrota pudieron salir de la niebla en la que se encontraban. Descubrieron en la parte de atrás de la embarcación diversas especies nunca antes vistas por el hombre, por lo que obtuvieron gran reconocimiento al volver de este viaje.
Nunca supieron qué fue de la vida de Berman. Tal vez tuvo como ellos, una gran vida bajo el mar o quizás Anat solo lo mató. Esto Nunca lo sabrán.
Interesantes referencias de la navegacion hermano se ve palpable tus conocimientos en el relato.