Carta Delirante de un Solitario Desesperado.

Hoy sentado escribiendo estas palabras a la luz de una lámpara de parque, aún no hallo la manera de demostrarte que las cosas estarán mejor, que todo pasa por algo, y que sin darnos cuenta, mejorarán las situaciones que hemos creído perdidas, dándonos resultados que espero, ansío, añoro y deseo, pero, quizá drenando lo que siento todo se puede aclarar un poco eso, ¿No?

El camino que había trazado se ha distorsionado, cambiando alegrías, sonrisas y plenitud por decepciones, molestias y lágrimas, mostrándome que lo que se traza con tiza será borrado fácilmente, mostrando las inseguridades de quién lo ideó, y destruyendo sus ilusiones en millones de pedazos.

Mis ideales se han vuelto en mi contra, haciéndome creer que ya nada vale la pena, pero cuando creo que todo está perdido, algo en lo más profundo de mi alma hace que la esperanza vuelva a mi ser, dándome una chispa de luz que no crece, pero se mantiene.

Sumido en la oscuridad me encuentro ahora, buscando como hacer crecer esa chispa, alimentarla, cuidarla, protegerla, porque es lo único que queda de lo que quisiera ser, debido a que ya hace mucho acepté que la luz no se encuentra en mí, pero aprendí que puedo reflejarla, como si de una luna se tratase, volviendo mi corazón un satélite que orbita alrededor de un mundo de fantasía, reflejando la luz que me brindan los demás, dándole un sentido incomprensible a lo que se encuentra a mi alrededor.

Pero a pesar de eso, mi rumbo no lo encuentro, mi camino se ha oscurecido, y esa pequeña chispa no es lo suficientemente grande para mostrarme donde me encuentro, haciéndome perder la razón y el sentido del conocerme, porque si, ahora soy un completo desconocido, no sé quién soy, pero sé quién quiero llegar a ser, pero no poseo el cómo hacerlo, dónde empezar, a dónde llegar, ni cuándo lo haré, porque mis inseguridades reflejan el magnetismo que distorsiona la guía de la brújula de mi alma.

Poco a poco doy pequeños pasos para no quedarme varado en las sombras de la perdición, pero siento que podría estarme alejando de lo que quiero, o, ¿será realmente lo que quiero? Meras contradicciones son las que termino pensando, creando paradojas en mi sentir, pero, el ser humano ama el daño, y al parecer soy más masoquista de lo que podría imaginar.

Quizá esta carta no la entiendas, o probablemente ni la leas, pero, quiero que sepas que no te escribo esto pensando en que me ayudarás a hacer algo, sino todo lo contrario: te escribo para que veas lo que haces, porque al igual que yo, estás delirando en la soledad, y leer algo no te caería mal.

No me respondas, porque no quiero una respuesta vacía, y sé que eso harás, porque somos la misma entidad.