Cómo discutir de forma sana con tu pareja

La escucha activa y la empatía son dos reglas básicas para que el conflicto no se acreciente

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Gritos y reproches son los graves errores de las discusiones de pareja. Ponerse en el lugar del otro y no intentar llevar siempre la razón es fundamental para solucionar un conflicto de forma adecuada. En este practicograma descubrirás algunas claves para que una discusión no suba de tono y sirva para fomentar el diálogo y ayudar a la pareja.

1.- ¿Las discusiones son siempre negativas?
Una discusión no tiene por qué ser algo negativo. "La diferencia de opinión sobre un tema puede resultar incluso enriquecedora", asegura Ana Ruiz, de Psygan Psicólogas. La clave está en escuchar los argumentos de la otra persona y aceptar las críticas constructivas.

La experta considera que una hablar de los problemas puede es una gran "oportunidad" para superar malentendidos y "reforzar la relación". Para ello, se deben expresar los sentimientos y opiniones responsabilizándose de ellos y no culpando al otro.

2.- Se acabó la lucha por el poder.
Habitualmente las discusiones se tornan en un sin fin de reproches. "Sólo se pretende ganar el pulso", subraya Ana Ruiz. El motivo por el que comenzó la discusión deja de tener importancia y se convierte en una lucha de poder.

Gritos, insultos y silencios malintencionados son síntomas de una discusión agitada y poco productiva. La psicóloga recuerda que, esta actitud, no lleva absolutamente a ningún sitio. "Hay que tomarse las cosas con otra filosofía", apostilla.

3.- El reproche se soluciona con tacto.
Abandona el reproche y, si tienes algo que decir, exprésalo sin la intención de culpar al otro. "Si hay algo que te has callado en el pasado debes explicar por qué lo hiciste y cómo te sentiste en ese momento", aconseja Pilar Jiménez, del Colegio Oficial de Psicólogos (COP) de Madrid.

No puedes exigir a tu pareja que solucione un problema pasado. Puedes sacar a la luz algo relacionado, pero sin intención de "echarlo en cara". Por otra parte, añade la psicóloga, la ironía está "totalmente prohibida" en estas discusiones. Es muy dañina y poco eficaz para resolver el conflicto.

4.- Hay que saber controlar las emociones
La ira y el enfado no son buenas consejeras. Por este motivo, Pilar Jiménez recomienda "estar pendiente del malestar propio". Si, en algún momento detectas que la exaltación está alcanzando niveles elevados, quizás la mejor estrategia sea levantarse y relajarse unos momentos.

Eso sí, según agrega la psicóloga, debe haber un "pacto" en la pareja. En caso contrario, puede que esta acción de abandonar la discusión no sea vista de buen agrado.

No se trata de huir de los problemas. Todo lo contrario. Lo que se recomienda es, más bien, volver a la calma para poder retomar el diálogo de forma racional.

5.- El 'aseguramiento', una técnica contra malentendidos.
Son muchas las técnicas avanzadas que existen para ayudar a las parejas a llevar una discusión de forma saludable. Una de ellas es la del 'aseguramiento', una estrategia que intenta evitar malentendidos. ¿En qué consiste?

"Cuando me dices esto, yo entiendo esto, ¿es así?". Un ejemplo práctico. Un miembro de la pareja dice que, a veces, es demasiado bueno, el otro automáticamente entiende que le está diciendo que él no es así. El 'aseguramiento' permite cerciorarse del significado que se esconde detrás de este tipo de frases.

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