Como convertir el estrés en algo positivo.
El estado de alerta no es negativo si aprendes a manejarlo para ahorrarte sensaciones de agobio.
Hay ocasiones en las que el trabajo, la familia, los estudios o cualquier otro problema de diverso índole generan situaciones de estrés. En muchos de estos momentos, las personas no saben cómo reaccionar y acaban por agobiarse y encerrarse en sí mismos o explotar de malas maneras. Sin embargo, existe la posibilidad de racionalizar los pensamientos para poder controlar la situación y tomar las riendas. En el siguiente practicograma descubrirás cómo convertir el estrés en algo positivo.
1.- Estrés y ansiedad no son lo mismo.
El estrés es un estado de alerta, mientras que la ansiedad es una respuesta emocional. Pilar Jiménez, del Colegio Oficial de Psicólogos (COP) de Madrid, explica que aunque ambos fenómenos suelen ir unidos, “no son lo mismo”. Según comenta, el estrés es una tensión que obliga a estar en un estado más hiperactivo o sensible. Por este motivo, no tiene por qué verse como algo malo.
Las situaciones de estrés pueden ayudarte a potenciar tus reacciones. “Pueden ser positivos, si se saca provecho de ellas”, remarca la experta. El problema es que contextos repetidos de estrés sí pueden producir efectos adversos.
2.- Sé racional y di adiós al pesimismo.
No se trata de ser frio como el hielo, pero hay que aprender a separar las diferentes situaciones y pensamientos. “Hay que intentar ser objetivos y olvidarse de las posiciones catastróficas”, apunta Pilar Jiménez.
Si una persona decide centrarse sólo en los problemas acaba en un “bucle constante” que termina por desbordarse. En este sentido hay que desprenderse del “Miedo al error”. Jiménez recalca que ponerse “barreras” casi siempre resulta contraproducente.
3.- Buscar soluciones ayuda a reducir el agobio.
Existen problemas cuya solución no depende de una única persona. Pero en los casos en los que sí puedes hacer algo por remediar tu situación debes tomar las riendas. "La clave está en la planificación", asegura Pilar Jiménez. La experta de COP Madrid matiza que es importante sentirse "cómodos" con las soluciones. Al fin y al cabo todo depende de cada caso.
Por ejemplo, un estudiante que ha iniciado una carrera universitaria y se da cuenta que se ha equivocado de elección. Sus opciones son múltiples: puede comentárselo a sus padres y renunciar a esta formación, puede intentar encontrar trabajo mientras estudia, podría seguir probando suerte en la carrera por si finalmente acaba gustándole etc. Lo importante es ponerse manos a la obra para solucionar el problema y evitar los agobios innecesarios.
4.- La ansiedad se puede manejar.
"La ansiedad no se controla, se maneja", afirma Pilar Jiménez. Para esta psicóloga las respuestas emocionales no se pueden "guardar en un cajón" sin más, pero eso no quiere decir que no se puedan suavizar.
En la misma línea apunta Ana Ruiz, de Psygan Piscólogas, quien considera que "las técnicas de relajación, el ejercicio físico e incluso los patrones de comportamiento saludable pueden ayudar a liberarte del agobio. Dormir bien, una buena alimentación y dedicar tiempo al ocio ayudan a cuidarse.
5.- El entorno familiar y los amigos.
En ocasiones, el núcleo familiar es fuente el estrés. Otras, en cambio, proporcionan el apoyo necesario para controlar una situación estresante. Pese a todo, desde Psygan Psicólogos, recuerdan que, al final, "somos nosotros los únicos que podemos conseguir relajarnos, aunque un impulso del entorno sienta bien.
Por su parte, Pilar Jiménez avisa "precaución". La psicóloga recomienda desahogarse con amigos y familiares siempre y cuando el problema que causa estrés "centre toda la conversación de ese día". Si así fuera, se volvería a caer en el mismo bucle de agobio.
6.- Los efectos del estrés para tu salud.
El estrés mal gestionado puede provocar numerosos efectos adversos para la salud. Ana Ruiz cita algunos de ellos como el dolor de cabeza, la tensión muscular, las dificultades respiratorias, el mareo, agotamiento... Además, desde Psygan Psicólogas advierten que las emociones que provoca el estrés, como la ira o la tristeza pueden causar, a la larga, "trastornos psicológicos".