Musa Terrenal

Cual faro de Alejandría
iluminando el pasado.
Así mi corazón se encendía,
con tus mares osados.

Ordenándote viajar,
fluir, encontrarnos,
luz con sombra y encajar,
a la deriva difuminarnos...

Tan suave los azotes,
tan fuertes tu inspiración,
ya no sé cual es el Norte,
dejé detrás a mi nación.

Tu eres mi nueva Tierra,
creada desde mis angustias,
en tus fronteras me encierras,
y no dejas pasar las mustias.

Musa convertida en paraíso,
un Edén imaginativo y a su vez, real,
nunca dejándome occiso,
pues,
siempre vivo con tu verdad.