Amor para toda la vida…// relato personal

Ella una joven de 16 años, el un joven de 19 años estudiantes del último año de bachillerato, con planes de cursar estudios universitarios ambos; ella deseando recibirse algún día de abogada y él de ingeniero en sistemas. Así comienza la historia de amor de mis padres, un 2 de julio del año 1.988 a punto de finalizar el año escolar, después de haber pasado tantos meses estudiando juntos por fin sus miradas se cruzan y en medio de un oportuno silencio deciden darse un corto beso, para así comenzar el gran romance.

Al pasar unos meses, sus rumbos en cuanto a los estudios cambia, ella decide comenzar a trabajar, debido a la situación económica de mis abuelos y él decide estudiar en un Instituto Tecnológico ubicado en otro estado del país. Así transcurre ese noviazgo, el cual recuerda mi mamá con una sonrisa y con sus ojos llenos de brillo, en medio de la distancia, pero alimentado con mucho amor por medio de cartas, telegramas y llamadas telefónicas (cada 8 días), ya que en el pueblo donde mi papá se encontraba estudiando, solo existía un teléfono público y la mayor parte de sus compañeros necesitaban igualmente comunicarse con sus familias.

Mi mamá una joven sabia, supo tener paciencia y entender que si se amaban podían soportar el estar lejos uno del otro (lo cual era una prueba), porque el verdadero amor todo lo puede, así fue como ella lo manifestó. Cada descanso escolar, eran días de felicidad, de expectación y de nervios; ya que cuando se acercaba el día de la llegada de mi papá a la ciudad, su corazón no dejaba de “brincar” de alegría y de enamoramiento por ese joven que ya era su dueño.

Así transcurrieron dos años, hasta que mi papá comienza a realizar pasantías para poder recibir su título de T.S.U en Administración de Fincas, prácticas que tiene la oportunidad de hacer en su ciudad natal, siendo ésta la ocasión para recuperar esos días de distancia y de manifestación del amor que se tenían. Demostración tal, que dio como resultado el adelanto de su boda por lo civil (ante la ley del hombre) y la llegada de su primogénita (es decir yo) siendo este paso el comienzo de nuestra familia.

Ellos han superado etapas fuertes en su matrimonio, problemas como todas las parejas pueden tener; tanto así que en un momento pensé que se podían divorciar. Sin embargo cuando todo parecía estar perdido, llego esa llama encendida del espíritu santo y encendió el amor en mi papá, dando como resultado que después de 20 años de casados le pidiera que se casaran ahora bajo la ley de Dios.

En este año mis padres festejaran 30 años de novios, 28 años de matrimonio civil y 8 años de matrimonio eclesiástico; cada día que pasa puedo observar que es un día más de enseñanza de como se debe respetar y amar a una persona que es tu ayuda idónea.

Cada segundo que disfruto con ellos, puedo darme cuenta que mi papá es un hombre que ama profundamente a mi mamá y que ella es una mujer que aun siente su corazón “brincar” de enamoramiento por él.