Ser introvertido en un mundo extrovertido
¿Te sientes agobiado en los lugares con mucha gente? ¿lo pasas mal cuando tienes que lidiar con charlas triviales sobre el tiempo o el nuevo novio de la vecina de tu amigo? ¿prefieres quedarte en casa con un buen libro un sábado por la noche a asistir a una cena o a salir de fiesta? ¿necesitas pasar tiempo a solas para recargar energía? ¿te consideras una persona tranquila y callada que no habla si no tiene algo importante que decir?
Si has respondido que sí a la mayoría de estas preguntas, es probable que seas introvertido.
Y si no, es probable que seas extrovertido.
Vivimos en un mundo muy extrovertido, sobre todo la mitad occidental. Las habilidades sociales, la espontaneidad y el atrevimiento, o el simple hecho de hablar mucho son cualidades que se tienen en muy alta estima en todo el mundo. Todos recordamos a aquella chica tan popular del instituto (igual eras tú): tenía muchos amigos y todo el mundo estaba encantado con ella. Podrías describirla como sociable, graciosa, espontánea e incluso atrevida. Siempre decía algo que hacía sentir bien a los demás, aunque no tuviera mucho sentido y fuese una tontería. Por otro lado, también recordamos a aquel chico reservado que muchas veces estaba solo. No lo entendías muy bien y no te inspiraba mucha confianza, porque nunca sonreía. Como no estaba con nadie, probablemente escondiese algo que espantara a la gente. Además, casi nunca decía nada. En raras ocasiones le oías hablar. Parecía que siempre estaba enfadado con el mundo o que le era indiferente todo, pero nada más allá de la realidad. Sencillamente, sus atributos positivos eran mucho menos evidentes que los de aquella chica, pero no por ello inexistentes. Estaban reservados para unos pocos privilegiados.
Un día empiezas a hablar con él y tus sospechas se confirman: el chico no es nada interesante, no aporta nada a la conversación, al menos al principio. Sin embargo, conforme la charla avanza, ves que su verdadera personalidad no tiene nada que ver con la imagen que tenías de ella. Te das cuenta de que, aunque no hable mucho, escucha con mucha atención todo lo que dices y te hace muchas preguntas, lo cual te gusta un montón, porque pocas personas se interesan de verdad por tu vida. La mayoría te pregunta por compromiso, pero él parece estar interesado de verdad. Al rato, el tema de la conversación cambia a la biología y empiezas a ver cómo no deja de hablar entusiasmado. Te cuenta que existe una criatura llamada tardígrado que puede sobrevivir glaciaciones, sequías, e incluso estancias en el espacio exterior o que hasta el siglo XIX había pingüinos en florida y en el Reino Unido... En definitiva, parece otra persona. No queda rastro de aquel chico callado y extraño.
Al menos un tercio de la población mundial es como el chico de nuestra historia, es decir, introvertido. Muchas veces el atractivo de los introvertidos pasa inadvertido para el mundo, porque no hacen mucho ruido ni tienen grandes aspiraciones de ser famosos o ricos, simplemente quieren establecer conexiones profundas con otras personas y hacer lo que les gusta sin llamar mucho la atención. No les resulta natural sonreir, y nadie les debería obligar a ello. Las personas introvertidas suelen ser muy sensibles, más que las extrovertidas. De hecho, la introversión y la extroversión pueden definirse en términos de reactividad a estímulos. Se puede predecir si un bebé va a ser extrovertido o introvertido en función de su grado de reactividad a los estímulos de sus padres y sus cuidadores. Normalmente hay dos tipos de bebés: aquellos con una reactividad alta, y otros con una reactividad baja. Los que presentan una reactividad alta suelen reirse mucho más y hacer muecas cuando sus padres les hacen carantoñas, pero los que presentan una reactividad baja, todo lo contrario. Prefieren estar en su mundo durmiendo tranquilamente y que los dejen en paz. ¿Qué tipo de bebé crees que sería introvertido o extrovertido? Aunque parezca contradictorio, los bebés más reactivos son los más introvertidos cuando crecen y viceversa. Esto se explica porque son más sensibles a los estímulos y pueden apreciarlos mejor.
La sensibilidad es una cualidad alrededor de la que giran muchos prejuicios. Una persona sensible no es una persona que llora por todo ni que se ofende por el tono de voz que usas al dirigirte a ella, es una persona con una capacidad mayor para percibir estímulos sensoriales: ruidos, olores, impresiones visuales, sabores, tacto... Podriamos decir que las personas sensibles perciben el mundo en HD, lo cual es un arma de doble filo. Pueden emocionarse escuchando una sonata de Beethoven, pero también sentirse increiblemente dolidos por el sufrimiento ajeno. Viven el mundo con más intensidad, y suelen ser muy contemplativos. Prefieren observar la sociedad antes de participar en ella, por eso no hablan más de lo necesario. Ser sensible es, por lo tanto, prácticamente un sinónimo de ser introvertido, aunque también haya personas extrovertidas muy sensibles (son minoría, eso sí).
También son muy prudentes y no suelen correr muchos riesgos, lo cual los lleva a parecer bastante pasivos en el ámbito laboral o académico. Si no aportas muchas ideas, y si no las expresas en voz alta, no te tienen muy en cuenta. En definitiva, no están hechos para este mundo, para un mundo en el que es más importante la espontaneidad que la reflexión, en el que se valora más hablar por hablar que pensar, y en el que el trabajo en equipo predomina por encima del individual.
Pese a todo, aunque no hagan mucho ruido, su silencio es indispensable para que todo funcione correctamente.
- Hyperion
Me he inspirado en "Quiet: the power of introverts", un libro de Susan Caine, que, por cierto, os recomiendo encarecidamente.
Jung, expuso que los seres humanos tenemos 4 factores, rasgos o dimensiones de personalidad. Entre ellos esta lo que comentas el introvertido y extrovertido, sin embargo en uno de sus libros plantea un ejemplo consierablemente interesante respecto a que cada uno de nosotros juega con este rasgo segun la experiencia que vivencia. A veces al introvertido le cuesta interactuar cuando se encuentra con desconocidos pero, al estar con individuos que comparten sus intereses este se comporta como extrovertido.
hola hyperion buenas noches!!
antes de estudiar este tema yo creía que los introvertidos y los extrovertidos se diferenciaban fácilmente en que unos son más sociables o los otros son menos. Cuando profundice más en el tema me di cuenta que la diferencia principal entre uno y otro es lo que les interesa, a los introvertidos les interesa más el mundo interno (de las emociones, pensamientos, del sentido del ser), y a su vez a los extrovertidos le interesa más el mundo exterior (las otras personas, los negocio, los lugares, entre otras cosas).