Wow, esas cosas de otras culturas que a uno viviendo en una tan distinta en cuanto a lo material y el respeto nunca termina de sorprendernos.

Me recuerda a Holanda, sólo que allí si que les ponen cadenas. Pero también, bicicletas abandonadas por todas partes.

También me recuerda a los pueblos de Inglaterra, como Bristol, en donde un día a la semana las personas sacan las cosas que ya no quieren más a la calle para que cualquiera pueda ir y tomarlo sí le sirve. Así he visto desde lavarropas en perfecto estado, televisores, sillones que parecían comprados hacía muy poco tiempo. Hasta que alguien que vivía allí me lo explicó, yo no terminaba de entender por qué había tantas cosas que no estaban rotas ni mucho menos para tirar a la basura en la calle esperando a que quien sabe quien las recoja.