La sexualidad es una función humana compleja y difícil de decidir. Se puede manifestar de muchas formas o conductas y evoluciona a lo largo de nuestra vida. Hoy en día, se considera que la sexualidad no es solo una función para la reproducción del hombre y la mujer, sino también un juego, un intercambio, una comunicación. Estos elementos ayudan a una vida sexual serena, sin conflictos entre las parejas. Finalmente, la vida sexual adulta también está influida por la educación brindada y por las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestras vida, es por ello que aprovecho este espacio para compartir esta valiosa información acerca de este tema tan complejo como lo es la diferenciación sexual.

La diferenciación sexual permite establecer si se pertenece al sexo masculino o femenino. Sin embargo, en los seres humanos la pertenencia a un sexo u otro no está definida solo por las diferencias físicas, sino que también es el resultado de la educación, las costumbres y las normas que se originan en la cultura de cada sociedad. El ambiente social propone comportamientos y actividades considerados idóneos para cada sexo y lleva a la adopción de un rol sexual masculino y femenino.

El primer sitio donde estos roles sexuales se manifiestan y se transmiten es la familia, y es que antes de nacer nuestros padres conocen el sexo a través de las tecnologías que brinda la medicina, y adaptan todos los elementos que se adoptan según el sexo, si es niño o niña. No obstante los roles sexuales que posee cada sociedad deben asumirse con condiciones, cada persona tiene sus propia sensibilidad y una tendencia natural a preferir ciertas actitudes y comportamientos, por lo que los roles sexuales pueden cambiar con el paso del tiempo. Por ejemplo: la imagen y la condición de la mujer han cambiado a lo largo de la historia, hasta hace pocos años, la niña era educada para su futuro papel de esposa y madre; aprendía sus oficios del hogar, (cocinar, limpiar) y era poco frecuente que una chica estudiase una carrera universitaria para la incorporación a la sociedad. Las Cosas han cambiado en alguna medida, aunque no totalmente, ni en todas partes por igual.

Hoy en día las mujeres han conquistado, aunque solo en parte todavía, la libertad; expresada como la autonomía para moverse, vestir, votar, relacionarse, incluso decidir sobre sus proyectos de vida, incluyendo su vida sexual, es por ello que les hablo de diferencias y no de desigualdades entre ambos sexos. Por ello invito a través de esta publicación la paridad en las tareas de hombres y mujeres hacia la igualdad de sus cualidades, esta igualdad en los derechos de ambos sexos debe establecerse y prevalecer tanto en el campo laboral, como social, político y familiar..