La Filosofia del Liderazgo
La Filosofía del liderazgo
Tanto las sociedades como los propios líderes están obligados a tener su propia filosofia de liderazgo, así el líder esta mejor preparado para ejercer un excelente rol como gobernante y la sociedad para elegir a los mejores líderes y no dejarse engañar por ninguno.
Desde el origen de las primeras civilizaciones cuando comenzaron a formarse las sociedades la necesidad de tener a un líder que las guiara creo las condiciones para que desde su seno surgieran líderes con las condiciones necesarias para conducirlas frente a la guerra, la política, la ley y la religión.
El líder nace dentro de la sociedad con un conjunto de rasgos de los cuales muchos son obtenidos de su mismo medio social. Su forma de pensar, costumbres, valores, aptitudes, y prejuicios, son obtenidos de la sociedad, de ahí la innegable relación e interacción entre Individuo-Sociedad, según la cual, el individuo al final termina siendo un portavoz o un reflejo de la sociedad. No es casual, por ejemplo, que Adolfo Hitler culpable de haber llevado a Alemania a su destrucción fuera la voz de una sociedad con profundos prejuicios raciales y odios capitalizados para cohesionar a los alemanes por el odio al tratado de Versalles.
Cuando el auténtico líder tiene plena conciencia sobre la sociedad con valores integrales como la responsabilidad y honestidad, ese líder tiene profundas posibilidades de convertirse en un estadista.
Hay toda una teoría histórica sobre la naturaleza de los grandes hombres e inclusive los más perversos. Para Platón, en su diálogo, “Georgias”, su maestro Socrátes, le decía:
“El líder ha de trabajar para mejorar el alma de los ciudadanos. La grandeza del hombre de estado, no consiste en satisfacer sus propios apetitos, sino en lograr que se introduzcan la justicia, la prudencia y las demás virtudes en el corazón de los ciudadanos”.
Para Aristóteles, el buen líder es aquél que les garantiza la felicidad plena a los ciudadanos de la polis. Si bien, sabemos que el carisma es una cualidad que no la tienen todos los líderes, un líder entregado a la reflexión, la responsabilidad y la honestidad tiene las condiciones para ser un líder aceptado por una sociedad entera, y no sólo por una parcialidad. El verdadero líder tiene que ser aceptado plenamente por su sociedad.
Las sociedades cuando transitan por momentos de luz o de oscuridad recogen el fruto de sus liderazgos. Pericles, Alejandro Magno, Julio César, César Augusto, Luis XIV, Napoleón Bonaparte, George Washington, Simón Bolívar, Mahatma Ghandi, Winston Churchil, y Nelson Mandela son quizás algunos de los mejores ejemplos de liderazgos de la historia. Dependiendo de esos liderazgos, aflora lo mejor o lo peor de una sociedad, tal como lo convalidó Adolfo Hitler.
Para el sociólogo Max Weber las sociedades transitaban por tres etapas: teológica, carismática y Racional, legal comprensiva. Parece mentira, pero muchas sociedades aún continúan estando bajo los predios o la búsqueda de un líder carismático que les resuelva todos sus problemas, de ahí, que la cosa se complica cuando los líderes populistas sobre todo en épocas de crisis comienzan a eclipsar a las masas con hermosos cantos de sirena.
En esta última etapa, la racional legal es cuando el peso de la ley y la constitución es la guía plena de la sociedad. Si observamos con atención, sería bueno que cada sociedad aprendiera a construir su propia filosofía del liderazgo para no dejarse engañar o proveerse de liderazgos negativos.
Por último, quiero recordar a uno de los más importante líderes del mundo, Nelson Mandela. Con toda seguridad, Mandela supo unir a una nación con fuerte problemas de racismo, y cohesionarla porque supo construir su propia filosofía del liderazgo. Estudio en la cárcel durante los 27 años que estuvo preso a su opresor aprendiendo como pensaba y actuaba, incluyendo sus gustos, emociones y valores.
Cuando fue elegido Presidente, los blancos pensaban que serían despedidos de sus trabajos y la venganza sería la norma, pero no fue así, su filosofía partió del perdón:
“mi familia son 44 millones de personas incluyendo a blancos y negros, sólo quiero que trabajemos juntos para convertir a Suráfrica en un rayo de luz en el mundo”.
Y lo logró, a través de la forma más hermosa, el deporte, mandó a llamar al capitán del equipo nacional de rugby, y le hizo ver que el líder siempre debe estar por encima de las expectativas del equipo, preguntándole al entrenador, ¿Cuál es su filosofía del liderazgo?, frente a la serie de reveses que había tenido la selección nacional en el campo. Un líder siempre debe tener mayores expectativas para saber cómo se la va a pedir, pero sobre todo debe saber cómo hacerlo y como guiarlos con el agrado y la aceptación de todos. Y lo hizo, no dejó que el Consejo Nacional Africano eliminará el Equipo Nacional de Suráfrica porque sabía que el país se le escaparía de las manos; y por el contrario, lo apoyó, hizo una campaña de unificación nacional en torno al equipo, y en realidad detrás de esa campaña, estaba oculta toda la nación surafricana, nadie dudó en apoyar a su equipo y descubrir de esta manera que todos eran surafricanos.
Un artículo bien trabajado,
Gracias Orga, también me gustaron muchos tus trabajos, sin duda geniales.
hermano que buen post como esta todo?
Muy bien Danny. Sigue así, vas muy bien con los votos. Saludos.