Contradicción
Escucha a tu corazón antes de que intervenga tu cabeza y escucha a tu cabeza antes de que explote tu corazón. La cabeza está condicionada por la esencia de nuestro ser, nuestras memorias. La cabeza lo complica todo con cosas viejas, con órdenes y frases del pasado, con prejuicios que lastiman, que enferman y que encadenan. La cabeza nos categoriza y divide. El corazón, se expande, se entrega, es instintivo e impulsivo, el corazón es inocente y no dice lo que hay que decir, sino el corazón dice lo que quiere decir. Entre ambos te enloqueces, pero sin ambos no vives.
El ego reside en nuestra cabeza y pone nombre a las cosas. La inocencia yace en nuestro corazón y no usa etiquetas, ve las cosas tal como son. El ego juzga, la inocencia las vive. El ego divide, mientras la inocencia armoniza. El ego distorsiona y la inocencia aclara, el ego es una constante ficción, la inocencia trata a todos por igual. El ego se aburre porque no puede dejar de buscar. Ego nos "protege" alejándonos de los otros egos, más grandes o más pequeños. El ego se hace necesario desde el momento en que lo usamos y se consume a sí mismo.
Imagínate por un momento vivir sin contradicciones fundamentadas en categorías y etiquetas que nos separan... bueno, malo, rico, pobre, extranjero, compatriota, cristiano, musulmán, negro, blanco, amigo, enemigo. Nos hacemos un mundo de diferencias y no nos podemos ver reflejados en el otro. Cierra los ojos, respira hondo y piensa en todo lo que podrías ser sin barreras.
La abundancia no es negocio porque no les conviene a unos pocos poderosos, y nos enriquece a todos. La propiedad nos enceguece y nos hace pensar que somos merecedores porque más tenemos, cuando en realidad más debemos, más nos esclavizamos. Da, sirve y ayuda sin esperar recibir, verás que te nutres, que creces y trasciendes.
Podemos guiarnos por una máxima universal; el imperativo categórico de Kant y ser univalentes. Podemos optar por fragmentarnos y jugar a llevar un balance de nuestro ser; la multiplicidad fragmentada del ser en-sí de Sartre. La dicotomía de vivir en conflicto... Cuestionarnos a nosotros mismos y aprender cosas nuevas o defender y perseguir ideas absolutas. La vida es una constante contradicción… siempre pienso que uno de nuestros mayores conflictos, es el mismo que nos permitió pensar. Me refiero a nuestra capacidad de adaptación; esa misma capacidad que nos permitió saltar de los árboles para caminar es la que nos tiene hoy aceptando como normal todo el abuso que cometemos.
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Gracias :)
Buen post, te sigo!
Gracias :)