“La Salud de los enfermos” de Julio Cortázar

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Antes de leer esta guión que realicé les recomiendo primero leer el cuento original de "La salud de los enfermo" de Julio Cortázar ya que les dará una mayor visión de lo que quería decir el autor, sin embargo los invito a leer mi adaptación de guión para teatro o audiovisual.

"La tragedia detrás de los enfermos"
Versión Graciela Küper

Personajes:

Mamá
Tía Clelia Hermana de mamá
Tío Roque Hermano de mamá
Carlos: Hijo de mamá
María Luisa: Novia de Alejandro

La obra si sitúa en la sala de la casa de mamá, una sala amplia, con adornos y
muebles antiguos, con grandes lámparas. Luces tenues que entran a través
de unas ventanas.

Escena I

Entra Clelia angustiada a Escena, una sala con muebles grandes y antiguos,
camina entre los muebles con desesperación
Tía Clelia: Esto no me puede estar pasando, ¿Cómo hago para que mamá no
se dé cuenta? Ya sé, voy a llamar a Carlos para que calme la situación, mamá
no se puede enterar de todo este desastre. (Llama por teléfono) Aló Carlos,
debes venir a casa, es urgente. No, a mamá no le pasa nada grave, pero
podría pasarle, necesito que vengas en cuanto puedas, adiós. (Frustrada por
su situación arranca a llorar)

Entra Tío Roque
Tío Roque: Clelia, ¿Qué sucede aquí? , ¿Por qué lloras? ¿Le paso algo a mi
hermana? ¿Ya se enteró?
Tía Clelia: No Roque, a mamá no le ha pasado nada, por ahora.
Tío Roque: ¿Y qué pasa entonces, te sucede algo?
Tía Clelia: No se trata nada más de mí, no puedo seguir con esta falsedad.
Tío Roque: Calma Clelia, nuestra hermana está tranquila, ella no sabrá nada
Tía Clelia: Le diré toda la verdad sobre Alejandro, ya no puedo más, tenemos
más de un año ocultando su muerte, mamá lo tiene que saber.
Tío Roque: Clelia mírame bien, necesito que pienses en esta situación,
concientiza en el estado que se encuentra mamá, si se llega a enterar la
perderíamos del dolor. Seguiremos con el mismo Plan de las cartas, con el
mismo cuento que sigue en Brasil en la Fábrica de Cemento y no se habla
más.
Tía Clelia: Ya es muy tarde Roque, yo no puedo más
Tío Roque: ¿Pero qué dices Clelia? ¿Qué te ocurre? ¿Necesitas que hablemos
de ti?
Tía Clelia: Estoy muy enferma
Tío Roque: ¿Qué dices? Si a penas te refriaste y te dio un malestar
Tía Clelia: Un cáncer no es un resfriado.
Tío Roque: ¿Qué? ¿Cuándo te enteraste?
Tía Clelia: Tengo varios días haciéndome exámenes. No quería preocupar a
nadie, basta con lo de Alejandro.
Tío Roque: Lo siento mucho Clelia, toda esta situación nos ha distanciado, y
no hablamos como solíamos hacerlo. Recuerdas cuando de niños jugábamos

a las escondidas y yo siempre te encontraba en el mismo lugar, siempre tan
tímida e ingenua, Clelia, siempre estaré contigo, y esta vez no será la
excepción.
Tía Clelia: Gracias Roque, debemos mantener esto oculto, no quiero que más
nadie se entere, ya tenemos bastante con la Muerte de Alejandro.
Tío Roque: Descuida será nuestro secreto, y te daré toda la fuerza. (Abraza a
Clelia y sale de escena)
Tía Clelia se queda tejiendo en uno de los muebles de la Sala

Escena II

Entra Carlos a escena, trae un periódico en mano
Carlos: Hola tía, vine a penas pude desocuparme, que pasa ¿cómo estás?,
Clelia: Viva
Carlos: ¿Así te veo, qué tejes?
Clelia: Tejo los días que me quedan de vida, hago un chal para tu madre.
Carlos: ¿Un chal para mi madre? Pero si tú sabes que ella está muy enferma y
no se arreglará mientras esté en cama.
Clelia: ¿Y a caso nosotros los enfermos no tenemos derecho a
acomodarnos?
Carlos: No tía no quise decir eso, pero ¿Usted está enferma? Digo como
habló de “nosotros”
Clelia: Para Ocultar una muerte como la de Alejandro hay que creerse
enfermos. Pero tranquilo hijo, yo estoy bien, viva. (ve que Carlos trae un
periódico) ¿Qué dicen las noticias?

Roque: Dice que los políticos se corrompen más, algo llamado Corrupción. Lo
compre para leérselo a mamá, sabes que a ella le encanta estar al tanto de
todo, tú sabes distraerla.
Tía Clelia: ¿Quién leerá la próxima Carta?
Carlos: ¿Por eso me llamaste tan desesperada? Tú sabes que aparte de María
Luisa eres la única en esta casa que puede leerle a mamás las cartas de
Alejandro, yo no puedo el dolor me acobarda, María Laura hoy no podrá
venir y tío Roque no lo hará.
Tía Clelia: ¿Y por qué María Laura no podrá venir? Ella asumió esta
responsabilidad y debe asumirla. Ya llevamos un año cargando este dolor,
mamá se dará cuenta si ella no lee las cartas que algo está pasando.
Carlos: Creo que María Laura está saliendo con alguien, y debemos que
vuelva a rehacer su vida.
Tía Clelia: ¿Y nosotros cuándo reharemos nuestras vidas?, cuándo vamos a
dejar esta falsedad, nos estamos enfermando Carlos, yo ya no puedo más.
Carlos: Tía calma, solo es un día, María Laura vendrá la próxima semana y
leerá para mamá.
Tía Clelia: Necesito que me acompañes mientras le leo a tu mamá la carta.
Ahora vuelvo Voy a buscar un poco mas de hilo (sale de escena)
Carlos: Esta bien te acompañaré a leerle la carta. (Refunfuñando)

Escena III

Carlos sentado en el sofá Lee el periódico, se da cuenta de un sobre que está
en la mesa, lo abre creyendo que es la carta falsa de Alejandro y la lee.
Se da cuenta que abrió el sobre equivocado y ve que su Tía Clelia se ha
hecho varios exámenes y lee: Positivo para células malignas.

Carlos: Esto es lo que oculta mi tía, otra historia más que ocultar.
Tocan la puerta
Enseguida guarda los exámenes en el sobre, va y abre la puerta.
María Luisa: Me dejaron Plantada
Carlos: ¿Como te dejó plantada mi hermano?
María Luisa: Eso no es un chiste Carlos, Tu hermano jamás me dejó plantada.
No sé qué haré sin él, quiero rehacer mi vida, sentirme enamorada, libre,
pero esta situación me ata, no puedo dejar a tu mamá sin leerle las cartas de
su hijo. No hallo el día en el que le podamos decir toda la verdad a tu mamá.
Carlos: No se la podemos decir, ella está delicada, no podemos hacerla sufrir.
María Luisa: ¿Y hasta cuando sufrimos nosotros? Alejandro nunca volverá,
nunca.
Mamá grita desde su habitación: ¿Carlos estás ahí?
Carlos ve fijamente a María Laura
Carlos: Espero mi mama no haya escuchado lo que dijiste.

Escena IV

Carlos: Mamá aquí estoy, te traje el periódico, volví del trabajo temprano.
Mamá: Qué pasó hijo, me desperté y escuche algo sobre Alejandro, ¿Mandó
la carta de esta semana?
Carlos: Si madre, si la mandó, María Laura está afuera y te la va a leer ahora.
Quiero que sepas que todo está bien, hablé con el médico Bonifaz anoche
luego de que te vio, y me dijo que te encontró bastante bien. No hay nada de
qué preocuparse.

Mamá: Estaría bien si los tuviera a los dos aquí, a ti y a Alejandro. Los
necesito a los dos
Carlos: Mamá entiende que Alejandro está en Brasil trabajando mucho, él
está bien.
Mamá: No se por qué ese empeño de Alejandro de irse tan lejos, necesito
escribirle una carta, debo decirle que regrese. Tu tía Clelia no está muy bien.
Carlos: ¿Cómo sabes que tía Clelia está mal?
Mamá: O sea que ¿yo soy la única que no se ha enterado de su estado? Estas
canas hijo mío no están de gratis.
Carlos: Madre no digas que te dije, hace rato abrí un sobre que estaba en la
mesa de la sala, y allí decía claramente, positivo para células malignas.
Mamá: Lo peor que puede hacer una familia es no apoyarse en un momento
tan difícil como este, yo postrada en esta cama enferma, tu tía Clelia ahora
con cáncer, Alejandro que no está para que nos ayude.
Carlos: Yo estoy aquí mamá para ayudarlas. Pero por favor no le digas que te
dije.
Mamá: Necesito que Alejandro venga. Debo escribirle ahora mismo, por
favor búscame un papel y Lápiz.
Carlos: Pero si no puedes escribir mamá.
Mamá: Lo escribirás de tu puño y letra.
Carlos: Está bien, qué quieres que le diga.
Mamá: Hijo mío, te escribo esta vez para pedirte.....!

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Escena V

Tía Clelia, sin percatarse que María Luisa estaba en la sala, pasando
buscando en la bolsa unos pabilos, y se siente en el sillón antiguo de mamá.

María Luisa: Cómo me gustaría que nada de esto estuviera pasando.
Tía Clelia: (Sorprendida) ¿Y tú no estabas rehaciendo tu vida?
María Luisa: ¿Cómo rehacer mi vida en una familia como esta?, Alejandro
siempre fue un hombre excepcional, atento, honesto, y de pronto muere,
muere con nuestros sueños, con nuestros planes. ¿Usted cree que yo
merezco venir todas las semanas a leerle las cartas de Alejando a su mamá?
Usted cree que no tengo derecho a crear mi vida, a tener nuevas ilusiones.
Usted está aquí todos los días, podría leerle las cartas a mamá. Yo me niego a
seguir con esta farsa, estoy al borde de la locura. Leer unas cartas que no es
Alejandro, Leer y creerme las historias para que su mamá se las crea, yo no
puedo más, debo irme.
Tía Celia: (de forma tajante ) Tú ya eres parte de esta familia, y tú fuiste una
de las que ideaste este plan, así que debes cumplir con tu palabra, no te lo
estoy pidiendo, ese es tu compromiso.
María Luisa: Me estoy enfermando, la depresión no me deja dormir.
Tía Clelia: Recuerda que Mamá te dio el hogar que no has tenido, recuerda
que Alejandro siempre te dará las fuerzas para seguir, hay que hacer que los
últimos días de mamá, sean felices, en paz. No podemos darle otra mala
noticia y decirle que no vendrás más a leerle las cartas.
María Luisa: Tienes razón, no puedo ser tan mal agradecida. Voy a leerle a
mamá la carta
Tía Clelia le entrega el sobre de la carta de Alejandro a María Luisa.
María Luisa sale de la escena y se dirige al el cuarto de mamá.

Escena VI

María Luisa: Hola mamá, bendición.
Mamá: Dios te bendiga Hija, estoy escribiéndole una Carta a Alejandro.
Carlos: Bueno yo estoy haciéndole el favor
María: Si ya veo, que bueno. Y ¿Qué le escribes mamá? Envíale saludos de mi
parte.
Mamá: Lo cotidiano, preguntándole cómo está, cómo va el trabajo, la rutina
de siempre.
María: Esta bien mamá, aquí traigo la carta de esta semana de Alejandro,
¿Quiere que se la lea ahorita?
Mamá: Si por favor siéntate. Carlos por favor déjanos solas.
Sale Carlos del cuarto.
María Luisa abre el sobre de la carta de Alejandro, pero se da cuenta que no
es la carta, sino las respuesta de los exámenes de Tía Clelia, Carlos había
colocado el examen en el sobre equivocado.
Mamá: ¿Qué pasa? ¿Por qué no comienzas a leer?

¿Qué pasará en las próximas escenas?

¿Mamá se enterará de la trágica enfermedad de Tía Clelia?

Descúbrelo en una próxima publicación

Felicidad y Bienestar