En la contemplación de la naturaleza… ¿Valdrá la pena ser agradecido?
El agradecimiento es una particularidad que favorece la condición humana y realza el Don de gente en las relaciones cotidianas, sin esperar reconocimiento alguno por ello. Vale la pena, entonces detenerse a pensar un poco en torno a la libertad que se tiene de decidir en expresar o no gratitud por la vida, la salud, la familia, los amigos…por todo lo que se tiene.
Hacerlo, posibilitaría un momento de reflexión, además permitiría hacer una valoración de los momentos vividos desde el núcleo familiar, hasta el círculo más amplio de la comunidad en la cual cada persona es merecedora de respeto. Importante entonces, buscar lo bueno de cada uno, independientemente de lo que diga o haga.
Aunque en ocasiones, se presenten diferencias, desunión, deslealtad, el ejercicio de agradecer ayudaría a la liberación de emociones y encontrar el lado positivo de las diversas situaciones.
Por ello, frente a las tempestades que se viven, cuando de superan los miedos, nos damos cuenta que se convierten en nuevas oportunidades que contribuyen a llenarnos de paz y armonía incidiendo a su vez, en el fortalecimiento de nuestra personalidad para asumir los nuevos retos que nos imponen los cambios y las transformaciones.
Resulta hasta saludable además, aprender a ser agradecido por la ocasión que se tiene de disfrutar la vida con sus días espléndidos y las noches oscuras, sus momentos de alegría y otros tantos de dolor y tristeza.
Entonces, se debería hacer un esfuerzo de acompañar la gratitud con gestos de amor y ternura que seguramente van a servir de base para la reanimación y la fortaleza de la convivencia, trascendiendo a un mayor entendimiento y comprensión.
Recordemos que “En el arte como en el amor, la ternura es lo que da la fuerza”
Gracias por su lectura. Hasta otra oportunidad.