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RE: Entre tercos y mil amores
¡Tal cual! Podía llegar malhumorada pero salía feliz, con el corazón lleno de amor. Escucharlos, atenderlos, hacerlos reír, apoyarlos y demás los hace sentir apreciados y eso los ayuda muchísimo (aunque bueno ¿a quién no?). Lo loco -y que sucedía sin esperarlo- es que yo aportaba a su alegría y ellos a la mía.
Saludos y gracias por leerme.