¡Muy buen post! Todos los días me pregunto si aún quedan personas como esa señora tan amable, en nuestro país. He pasado por situaciones similares y eso me da un sentimiento de esperanza para recuperar nuestra sociedad y la forma de ser humanitaria que era tan característica del venezolano. Algo que me parece curioso es la reacción que muchos tomamos y es de sorpresa porque, seamos sinceros, mentirosos y estafadores sobran hoy en día, es dificíl saber en quien confiar. Lo importante en esta situación es no quebrantarnos, intentar ser la mejor versión de nosotros que podamos y agradecerle muchísimo a personas como la señora. Saludos.