La existencia de Dios

Dios no existe, en la portada de la revista Time, de manera tajante se refería a la actitud escéptica, materialista reinante en aquellos días contestatarios con respecto a la existencia de una veidad suprema, típica de aquella forma de pensamiento, era la tesis expuesta por Armando Guerrero en su libro “El humano Arcaico “publicado 1971, en el cual se desdeñaba no solo al aspecto de la espiritualidad del ser humano, si no el concepto de un dios a la vez todo poderoso y paternalista, catalogándolo como:

así y según el citado autor, el ser humano comenzó su evolución como especie pensante ubicándose en el centro de un vasto universo, creado especialmente para el por una omnipotente veidad, de igual manera se convenció de que ese ser supremo le había creado a su propia imagen y semejanza a cambio a que se dedicara a la adoración y al canto de las glorias divinas, ahora bien y si se acepta ese postula del materialismo científico en el sentido de que la creencia en dios y en la inmortalidad del alma no es más que, una majadería medioeval, porque y de donde surge tal majadería, como emerge y por que persiste esa necesidad humana de concebir e incluso de adorar a un ser supremo.

Científicos apuntan o al parecen haber detectado la existencia de un circuito de neuronas en el cerebro humano que se activa cada vez que la mente piensa o invoca la imagen de dios; el circuito neuronal en cuestión fue ubicado al estudiar cerebros de epilépticos quienes experimentaban fuertes epifanías místicas, y se trata de una compleja sección de la madeja de neuronas ubicadas cerca de los lóbulos temporales, así la creencia o necesidad de creer en una veidad suprema pareciera ser una insólita adaptación darwiniana, que a partir de cierto punto comenzó a emerger en nuestro cerebro, algo que, desde un punto de vista estrictamente fisiológico en realidad no tendría ninguna razón de ser.

Muchos neurólogos a fin de hallar una justificación para inusual anomalía, opinan que pudo formar parte de un proceso evolutivo cuyo fin era alentar la cooperación entre individuo, la iglesia al conocer el circuito de la divinidad, comentaría:“no nos sorprende ya que posiblemente fue el propio ser supremo quien al crear a la especie humana a su imagen y semejanza y la doto además de esa red neuronal en el cerebro, su fin fue al de ayudar al hombre no solo a entender la existencia de dios si no a crear toda una estructura vocacional con ceremonias litúrgicas para su adoración.

Otros opinan que fue la naturaleza misma que al desarrollar por medio de la evolución al cerebro humano le fue dotado de un circuito neuronal especifico y adicional para que con el tiempo surgirá en la mente de homo sapiens la chispa de inquietud espiritual y por ende el avance intelectual, amigos sea como fuese seria cicerón quien en alarde de impresionante intuición se anticipo hace siglos a esa teoría que recién hemos comentado cuando dijo: