Cuando estamos deprimido o disgustado con la circunstancia, lo peor que podemos hacer es, acudir es consultar: brujos, adivinos o cartomantes, menos aun buscar respuestas en una tabla guija y especialmente si es de tarde de la noche, cuando las defensas anímicas se encuentran en su más bajo nivel, sin imaginarlo y por su estado depresivo que nos encontremos podemos ser víctima propicias de los duendes ociosos o poltergeist, que merodean en ciertos ambientes listos para alojarse en la psiquis de uno que en ese momento se encuentra debilitado espiritualmente. Una vez que esos diablejos toman posesión subalternos como beliar y cerbero, comenzaran a divertirse acosta de su desprevenida víctima.

A la mañana siguiente de haber uno sido poseído uno o los afectados comienza a experimentarse todo suerte de incidente, que no por insignificante dejan de ser desagradables:

Se nos extravía la cartera

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El auto se accidenta en plena vía

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Nos roban el celular

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El ascensor que tomamos se atasca

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Los virus afectan repetidamente a la computadora

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La llamada importante se nos caen o se interrumpen

Antes ese claro patrón negativo, los poseídos intentan achacarlo a la casualidad o a una mala racha, sin imaginar que duendes mal entretenidos se están divirtiendo acosta de uno.

  Existen muchísimos de esos endiablados subalternos en los dominios de la satánica majestad y cada uno tienen sus aberraciones e idiosincrasia, los hay lascivo , sórdidos, perversos, y groseramente chistosos, pero todos sin exacción son bisexuales. Aldous Huxley  

Adoptan las formas y apariencias más divertidas y atrayentes, primero seducen y luego atormentan a sus victimas con sistemáticas e ingeniosas materializaciones, como nadie en su sano juicio podría creer en espíritus burlones al verse afectados por ellos, muchos personas acuden a los psiquiatras, algo inútil por supuesto, ya que lo más seguros será que achacara esas rachas negativas e incidente inexplicables a un fenómeno de cierto castigo por algún ya olvidado trauma de la infancia.

Recurrir a los religiosos seguramente es improductivo yaqué por más comprensivo qué sean no seles ocurrirá practicar un exorcismo en alguien cuyo problemas no pasan más de ser nimiedades de cotidianidad que suceden en todo el mundo, entonces como expulsar a esos duendes mal entretenidos antes que vuelvan loco a uno o a las personas que son sus víctimas, muchos en parte opinan que lo único es, “tener paciencia y resinación”, siendo frívolos e inconstantes esos diablejos se aburren cuando el poseído deja de ser divertido y no monta en furias o se desespera, buscaran entonces a otro incauto que teniendo sus defensas anímicas muy bajas por depresión o un revés temporal acepten recetarse con brujos, adivinadores o iluminados, a lli en esos consultores perfumados u decadente esta el territorio favorito de cacería de los poltergeist.