Biografia de Anton van Leeuwenhoek
Regresando a su ciudad natal, encontró un trabajo en una tienda de telas. Gracias a su trabajo conoció por primera vez un microscopio simple, conformado por una pequeña lupa instalada en un soporte, empleado por los negociantes de tela para comprobar la calidad del tejido. A partir de ese momento nació su interés por el funcionamiento de este aparato.
En julio del año 1654 se contrajo matrimonio con Berber de Mey, hija de un comerciante de telas. Berber dio a luz cinco hijos de los cuales cuatro de ellos murieron a temprana edad. En 1666 fallece su esposa, casándose posteriormente cinco años después con Cornelia Swalmius en el año 1671
En el año de 1654 comenzó su interés por el microscopio a tal punto de convertirse en una obsesión, indagando y a experimentando en sus tiempos libres, analizando pequeños objetos, realizó mejoras a los tejidos, y así adquirir y comerciar telas de mayor calidad. Tras numerosos estudios y vidrios pulidos, elaborados con sus propias manos, diseñó un método de fijación de lentes biconvexas, que se catapulto como el mayor avance de los microscopios hasta la actualidad. Vemos que sus avances con el vidrio no solo le sirvieron para trabajar con las telas y los hilos, sino que por ellos empezó sus investigaciones y grandes descubrimientos que cambiaron el rumbo de la biología.
Fue el primero en observar las bacterias y los protozoos. Sus investigaciones en los animales inferiores refutaron la hipótesis de la generación espontánea y sus observaciones sentaron las bases de la bacteriología y la protozoología. Descubrió los glóbulos rojos, pudo observar los vasos capilares por los que transita la sangre de las venas a las arterias, reafirmando la teoría de Harvey. También estudio el sistema capilar y detallo con claridad los ciclos vitales de los insectos. Anton van Leeuwenhoek fue con toda seguridad, la primera persona en observar bacterias, incluso sin ser consciente de ello. Gracias a estas investigaciones es reconocido como el padre de la microbiología.
En una carta del 7 de septiembre de 1674 explicaba cómo había visto diminutas formas de vida en las aguas de un lago de la ciudad. Al principio no recibió respuesta, en 1676, Anton van Leeuwenhoek describe en una carta el resultado de una investigación en la que halló lo que hoy conocemos como los organismos protozoarios. Tiempo después recibió una respuesta de la Sociedad Real de Londres y fue ganando prestigio entre los investigadores.
En 1680, demostró que la levadura estaba compuesta de minúsculas partículas globulares. En consecuencia, es elegido para formar parte de la Sociedad Real de Londres. Años después la Academia de las ciencias de París lo invito a ser miembro de esta institución. Durante estas décadas su carrera fue creciendo y sus estudios más completos y complejos. Revistió tanta importancia que recibió a ilustres visitantes, quienes se presentaron ante él para observar, a través de sus microscopios, sus hallazgos.
Fallece a la edad de 90 años, a causa de una extraña enfermedad, que él describió como un extraño malestar que le ocasionaba contracciones en el diafragma de forma involuntaria. Esta enfermedad actualmente es conocida como la enfermedad de Leeuwenhoek.
Nota: La anterior investigación fue seleccionada, editada y curada por mi persona y la pueden encontrar en mi pagina web:
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