Pedagogia y ciencias.

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De las fotografías que tengo archivadas en mi MAC book pro, elegí una de hace unos años, poco después de mi jubilación. Esta es de hoy mismo y veo que se nota que han pasado unos cuantos años más. En la actualidad cuento con 88 años de edad, edad suficiente como para contar algunas de mis experiencias a lo largo de mi vida docente.

Siempre los pedagogos nos hemos encontrado en la necesidad de comprender las estructuras y el lenguaje de las ciencias positivas. Yo en concreto, cuando he tenido que dar clases siempre ha sido de la especialidad de matemáticas. Nunca ha estado ni tiene por qué estar separada la consideración pedagógica de la enseñanza de una materia concreta. Por eso la Pedagogìa, ayudada de la psicología como ciencias de procedimientos prácticos, y de medios y técnicas educativas, utiliza también los datos de todas las ciencias positivas en su conjunto, y cada especialista en la materia que concretamente le ocupa.

De una manera general, hemos de considerar que además de utilizar las conclusiones a que llega el especialista en las ciencias prácticas, los pedagogos debemos buscar el modo de acercar el proceder de la ciencia para ajustarla a cada nivel educativo.

Lejos de estas consideraciones, los pedagogos cuyos sujetos de nuestros trabajos y desvelos han sino niños y niñas de todas la edades desarrollando su personalidad nos encontramos con problemáticas tanto de grupo como individuales, donde observamos actitudes conflictivas en todos los ámbitos.
Cuando observamos una problemática sicológica en cualquier individuo, es analizable el porqué de las repercusiones en distintos sectores de su personalidad, a saber:
-Concepto de sí. (grado de conocimiento de sí mismo, autoaceptación, autonegación, grado de autoestima o negación de la misma.
-Su vida integral, grado de conocimiento de todo lo referente a su aspecto físico, a su anatomía, a su fisiología, a su consideración como ser sexuado etc.
-Relaciones con los demás en el entorno familiar, escolar, municipal y con el mundo en general, incluso su compromiso de solidaridad con toda la Humanidad.

Los no creyentes, tanto profesores como alumnos consideran innecesaria la ciencia religiosa, bien porque la suponen como un elemento alienante y perturbador en el desarrollo de la personalidad, bien porque la consideran nefasta para la personalidad humana en general.

Los creyentes, por el contrario, la consideran esencial en el desarrollo de la personalidad, ya que la relación con Dios es un cuarto factor y no menos importante que los otros tres, ya que determina una actitud de vida si no contraria, sí paralela, pero distinta a todas las actitudes del no creyente dentro del desarrollo de la personalidad.

En mi ejercicio docente -he sido profesora en todos los niveles desde los seis años hasta los catorce- he tenido que impartir todas las materias, desde Gramática o Religión, hasta Ciencias Naturales o Matemáticas, pero lo más importante ha sido centrarme en el desarrollo global de la personalidad en la niñez y en la adolescencia. No obstante, dada mi especialización en Matemáticas, los últimos años de mi carrera los dediqué exclusivamente a las Matemáticas. Todavía recuerdo el problema del último examen que resolvieron casi todos los chicos y la totalidad de las chicas de mi aula:

Problema: Pedro le dijo a Simón:” Yo tengo el doble de la edad que tú tenías cuando yo tenía la edad que tú tienes y cuando tú tengas la edad que yo ahora tengo, la suma de nuestras edades será igual a 63”. Hallar la edad de Pedro y la edad de Simón.