Los "tics" en niños y adolescentes. Pedagogía y docencia.

Sigo recordando apuntes de mi carrera que no por ser antiguos dejan de ser de actualidad, porque la personalidad de los niños no cambia más que a través de milenios y milenios cuando la evolución de las especies se hace casi infinita

Retomo la manifestación somática de un aspecto de la personalidad global, que muchas veces y por haberlas interpretado correctamente se atribuye a causas que no son las auténticas, por ejemplo los “tics” en los niños y adolescentes”

Las interpretaciones psicodinámicas ponen en relación los tics con estados de regresión afectiva, en los que dominan notas agresivas y actitudes narcisistas.
Las interpretaciones psicológicas vienen dadas cuando se excluyen las componentes neurológicas, por eso no se refieren ni a los tics postenenfálicos ni a los más comunes en los deficientes mentales graves.
Antes de diagnosticar el caso de un adolescente que sufre tics, hay que precisar cuándo apareció el trastorno y las eventuales anomalías familiares. Algunos tratadistas de este aspecto han demostrado que los tics son procesos que se manifiestan en el periodo de transición entre la edad familiar y la edad escolar, en un sujeto cuya familia ofrece aspectos patológicos tales como hiperproteccionismo materno, madre ansiosa, o hijo único, y desembocan casi siempre en una neurosis obsesiva o histeria. El hecho de que el tic desaparezca en la pubertad o en la adolescencia no es índice seguro de que la neurosis haya desaparecido. El tic, en la adolescencia es frecuentemente la expresión de una alteración ideo-afectiva propia de este periodo, que desaparece sin dejar huellas. No es raro que vaya asociado o se alterne con otros trastornos transitorios, como una especial inestabilidad onicofágica ( comerse las uñas) o masturbación.
Por eso mientras que el tic transitorio frecuentemente desaparece de modo definiivo, el tic crónico denuncia un estado neurótico característico.
El tratamiento a seguir deberá tener en cuenta este dato y además que el tic es un síntoma que indica la existencia de una alteración más profunda. Por ello la gimnasia curativa de los músculos afectados y el uso exclusivo de calmantes ha demostrado una escasa eficacia en el tratamiento de los tics, que por otra parte no son incurables como se sostenía hace algún tiempo. En la biblioteca de la Escuela de Magisterio de León disponía de bibliógrafa, pero no conservo los autores ni los libros en los que se ofrecían tres tipos de tratamiento: a) tratamientos generales y medios, como reposo, tranquilidad, aislamiento, o incluso algunas medicinas. b) tratamiento motriz, o bien c) sicoterapia, llevada a cabo por un especialista.